Un proyecto en Mota del Cuervo para aprovechar los desechos de la lana, beneficiario de la ayuda Integra 4.0

Las Pedroñeras

Ya conocemos los proyectos ganadores de la ayuda de la Diputación de Cuenca del Concurso Integra 4.0. En total serán 14 los beneficiarios de esta ayuda con la que la Diputación de Cuenca pretende poner en marcha iniciativas empresariales que favorezcan a la economía de la provincia.

En total se repartirán 756.000 euros, de los cuales, 91.000 han sido concedidos a una empresa de Mota del Cuervo. Con el proyecto Wool4life, la empresa beneficiaria pretende devolver la dignidad a la lana y sus oficios.

Para ello, Ramón Cobo, fundador de Wooldreamers explica que llevarán a cabo seis líneas de actuación, como son "el aprovechamiento de los descartes y residuos de la lana para abono, una formación a ganaderos que quieran volver a tener una esperanza por su lana, una fabricación de productos textiles artesanales en Mota del Cuervo, la creación de una red de talleres y de formación para pequeños, adultos, institutos y universidades con estudios relacionados con el mundo textil y unas actividades turísticas".

Y es que, con esta ayuda, la empresa quiere que realizar estas actividades para "devolver a la lana el valor que nunca debió perder", detalla Cobo.

Abono ecológico con los restos de la lana

En concreto, una de estas iniciativas, la del abono, es la que más ha destacado la Diputación. Y es que, de "1 kilo de lana recogido en las explotaciones, hilo son 250 gramos, 300 gramos a lo más. El resto es tierras, abono orgánico, tierra vegetal...", cuenta el fundador.

El proceso para la creación de este abono consiste en el "triturado, peletizado, higienizado y envasado", creando así un proceso de "economía circular".

Para ello se comercializará el abono ecológico tras un proceso de tratamiento de los restos de la lana.

A través de estas iniciativas se intentará aprovechar al máximo la lana, además de fabricar productos textiles con el hilo obtenido. Y es que la lana era un tejido muy utilizado hace décadas para la fabricación de ropa y ahora supone el 1 por ciento de las fibras de uso textil en todo el mundo.