Cuenca expone por primera vez en España obra de toda la familia de Pat Andrea

Cuenca

El Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca y el Museo de Obra Gráfica de San Clemente, ambos de la Fundación Antonio Pérez, acogen hasta el 8 de octubre la exposición Pat Andrea. Retrato de una familia. En la muestra podemos ver una selección de la obra de Kees Andrea (La Haya, 1917-2006), de su hijo Pat Andrea (La Haya, 1942), de la mujer de este, Cristina Ruiz Guiñazú (Marlagüe, Argentina, 1951) y de los hijos de ambos Azul Andrea (Buenos Aires, 1988) y Mateo Andrea (Buenos Aires, 1983).

“Es una exposición histórica porque, por primera vez, la obra de Pat Andrea se ve institucionalmente”, como ha explicado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca el comisario de la muestra Alfonso de la Torre. “Pat Andrea ha sido un artista muy reconocido que ha expuesto en España, especialmente en los años 90, en galerías privadas, pero que nunca había sido expuesto institucionalmente. Es una ocasión que, además, dirige hacia el contexto europeo ya que el catálogo se edita en español y en inglés y el trabajo de Andrea solamente se había podido entender en holandés”.

Kees Andrea

Un conquense nacido en La Haya. Con ese subtítulo presenta Alfonso de la Torre a Kees Andrea “que en los años 50 era uno de esos viajeros románticos que viajaban por Europa y recaló en España que le atraía mucho. Estuvo viviendo largo tiempo por Castilla y en especial por Cuenca y por la Ciudad Encantada. Dibujó por la propia ciudad de Cuenca, sus parajes, los ríos. Esa ilusión volvía con él a La Haya y se la trasmitía al pequeño Pat Andrea. Le contaba historias de esa España que en los años 50 eran un lugar misterioso y también terrible por la pobreza y la mucha miseria. Fue su wonderland, su país de las maravillas. Así, Pat, tras estudiar Bellas Artes tiene oportunidad de hacer un viaje de estudios y viene a España. Aquí visita el Museo del Prado y se encuentra con la obra del Bosco y de Goya a quien admira. Esa admiración llega hasta nuestros días”.

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Pat Andrea

El propio Pat Andrea se ha situado como pintor entre Bacon y Balthus. “Podríamos presentarlo como la fuerza de la pintura”, dice De la Torre. “Es un mundo figurativo, por distinguirlo del abstracto, pero es un mundo de ensoñaciones y agitado por el ímpetu de las cosas de la vida, principalmente del deseo de buscar cosas”.

Familia de artistas

Las sagas familiares de artistas tienen en común que los descendientes suelen buscar desarrollar eso que llamamos un estilo y una personalidad propia que les diferencien de sus progenitores. En esta exposición “hay una cuestión de acorde familiar, que no es poca cosa”, apunta el comisario, “y lo digo porque a veces las sagas familiares se caracterizan por desacuerdos o por dificultades. En este caso hay una excelente armonía entre ellos. Azul Andrea está más separada del resto en el sentido de que tiene un lenguaje que es más poético, más conceptual, también más basado en instalaciones que miran al temblor del paso del tiempo y a la naturaleza”.

“En el caso de Mateo”, continúa De la Torre, “es una pintura que, con una cierta deriva de la figuración que ha visto en casa, de la configuración de Pat Andrea, tiene también un estilo propio, un estilo que está más vinculado a las imágenes de nuestro tiempo. Podríamos decir que, si Pat está más cerca del expresionismo, de un cierto romanticismo contemporáneo, la obra de Mateo está más cerca del pop”.

“Cristina Ruiz Guiñazú lleva un camino propio, siempre lo llevó”, explica De la Torre. “Su mirada aun siendo figurativa, es de un planteamiento más metafísico, de imágenes más quietas, más encerradas en los paisajes, un poco surreales”.

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Un conquense en París

“Esta exposición nace de una bonita casualidad”, cuenta De la Torre. “Pat Andrea se encuentra en París con el cocinero conquense Alberto Herraiz en su restaurante donde descubre que, a su alrededor, hay ilustraciones de Cuenca y de la Fundación Antonio Pérez. Pat Andrea le cuenta la historia de su padre, viajero en los años 50 a Cuenca, y a partir de ahí se genera una ilusión. Pat visita Cuenca y San Clemente y se plantea este proyecto”.

Obra en dos museos

La exposición se reparte en el Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca y en el Museo de Obra Gráfica de San Clemente. “El proyecto ocupa prácticamente toda la Fundación Antonio Pérez de Cuenca tanto en la capilla, en donde se encuentran obras de todos ellos, precisamente para ver las concomitancias de esta saga de artista”, explica De la Torre. “En la primera sala de exposiciones está la obra de Cristina, en la segunda están Mateo y Azul y en la última está el viajero, el abuelo KeesAndrea. En las vitrinas se exponen algunas de las postales que durante ese tiempo mandaba a su familia contando las maravillas que había visto en España, muchas de ellas en Cuenca, en Sigüenza, en Alcázar de San Juan, en Mérida, en Trujillo. Son como mensajes en una botella de aquel tiempo”.

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En San Clemente, en la sala de exposiciones, “vuelve a encontrarse toda la familia Andrea”, detalla el comisario, “y en la galería, que es un sitio especialmente propicio, Azul Andrea ha construido unos bonitos espejos líquidos de colores. Son muy poéticos y tienen algo de experienciales”.