Estudiantes de español en Toledo: "Descubrí la ciudad en un documental"

Toledo

Toledo vuelve a llenarse estos días de estudiantes de español. La ciudad ha recuperado los niveles de matriculación en estos cursos tras el parón de la pandemia y los acentos de diversas partes del mundo entonando el castellano vuelven a escucharse en sus calles y plazas. La pandemia puso contra las cuerdas al sector y muchas academias o centros de español tuvieron que cerrar sus puertas por las restricciones a la movilidad internacional.

"Este año hemos vuelto por fin a los números de 2019, con una ligera mejoría pero pinta bien. La perspectiva es bastante buena. No somos un tipo de turismo de verano sino de todo el año y de aquí a que acabe el año esperamos mejorar aún más los números de 2019", explica Maite López, directora de Aula Toledo, uno de los centros que enseña español para extranjeros y que en lo que va de año ya ha recibido a varios grupos.

Aunque la procedencia de los estudiantes es muy diversa, predominan estadounidenses, italianos y chinos. Todos atraídos por el patrimonio y la historia de la ciudad. "Toledo es un museo al aire libre y hay muchísimo para ver. Es una ciudad muy segura y tranquila y pueden ir solos andando a cualquier sitio". La cercanía a Madrid y a su aeropuerto es otro punto a favor que hace que muchos estudiantes se decanten por la ciudad.

Diego Moreno llegó de Ohio hace tres semanas y estará en total siete. En su caso, descubrió la ciudad por un documental y le llamó la atención "su historia y sus iglesias". Aún tiene muchas cosas por ver pero sólo la Catedral de Toledo le ha dejado ya boquiabierto. "La ciudad es bellísima", apuntala este estudiante de español que ha elegido convivir con una familia de la ciudad para vivir una experiencia aún más inmersiva.

La vivienda, un hándicap

La escasa oferta de vivienda en alquiler y su elevado precio son, a menudo, un hándicap para que el turismo idiomático pueda seguir creciendo en ciudades pequeñas como Toledo. "La vivienda en el casco histórico, que es donde nosotros nos movemos, tiene cada vez un enfoque más turístico y tiene unos precios que no se encuentran en nuestros competidores, como Málaga o Alicante", explica Gloria Jordán, otra de las expertas en turismo idiomático.

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Jordán es la responsable de Relaciones Externas, Nuevos Proyectos y Promoción del Programa 'Español en Toledo' de la Universidad de Castilla-La Mancha, que en sus más de 20 años de historia ha formado en lengua y cultura española a más de 6.000 alumnos de todo el mundo. "La falta de recursos de alojamiento para este tipo de estudiantes a precios razonables es el gran problema que tenemos para poder crecer y tener una oferta más estable".

La acogida en familias palía la situación pero la mayoría de las veces es una opción en sí misma elegida para empaparse aún más de la cultura española. La de Margarita lleva varios años participando en el programa. "Nos gusta compartir con gente diferente. Por nuestra casa han pasado nietos de víctimas del Holocausto, palestinos, musulmanes, negros, católicos etc... es ver toda la diversidad y verla con toda la grandeza y normalidad que tiene".

La duración de los cursos varía y algunos se diseñan a medida. Los de verano duran cuatro semanas y los hay también de un año académico. Los dos centros de Toledo que los imparten están además certificados por el Instituto Cervantes, la institución que expide el título oficial, conocido como DELE. Una experiencia que va más allá de las clases y que se completa con actividades como visitas guiadas, talleres gastronómicos o clases de flamenco.