Noheda, la villa romana de Cuenca que no deja de sorprender a todos

Cuenca

Bajo los restos arqueológicos del balneum de la villa romana de Noheda, yacimiento arqueológico tardo romano ubicado en el municipio de Villar de Domingo García (Cuenca), más concretamente bajo el frigidarium, la sala del agua fría de las termas, se ha roto una losa del piso y han aparecido los desagües. Y resulta que están conservados en muy buenas condiciones. “Son más de cien metros de canalización con una altura de un metro y una anchura de 60 centímetros. Podemos pasar por ellas a gatas”, como ha explicado el director de las excavaciones, el arqueólogo Miguel Ángel Valero, en un reportaje en Hoy por Hoy Cuenca. “Este desagüe va por cada una de las estancias, la piscina el frigidarium, el caldarium, recogiendo el agua”.

“Tenemos dos puntos de investigación ahora mismo en marcha”, explica Valero. “Uno es el propio balneum con estas novedades que han aparecido, gracias al proceso de museización del complejo termal, y por otro lado estamos empezando a avanzar también en las investigaciones en el gran espacio cuadrangular de más de 900 metros cuadrados, y con tres metros de altura, localizado entre el triclinium y el balneum”.

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El mosaico

El triclinium. El comedor de las casas de los romanos. Esa sola palabra asociada a este yacimiento romano de Noheda significa: mosaico figurativo más grande localizado en el arco mediterráneo. Desde 2019 es un espacio visitable. Se puede hacer en turnos habilitados con guía de jueves a domingo y la entrada (2€) debe comprarse previamente en el canal de televenta de la web castillalamancha.es

Escenas de personajes mitológicos recreados con milimétrica precisión. Teselas de colores y mármoles procedentes de las más prestigiosas conteras de la época. El esplendor que mostraba esta villa en el siglo IV d. C. estaba a la altura del emperador.

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El ‘balneum’

Desde la Diputación de Cuenca esperan habilitar la visita turística del balneum de cara a este próximo verano. Estos días de finales de abril se está levantando la estructura de lo que será el edificio de cubrición que protegerá los restos arqueológicos de las antiguas termas.

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“Lo que hemos querido hacer es un elemento absolutamente novedoso en España, que ya hay otros países como Italia que sí que tienen reconstrucciones de este tipo”, explica Valero. “Es una reconstrucción volumétrica mediante una malla absolutamente reversible que nos permitirá ver cómo era el edificio en sí. Cando la gente llega a los yacimientos, los arqueólogos decimos: tenéis que imaginaros que esto era de esta altura o con esta morfología. Pues bien, aquí en Noheda, gracias a la reconstrucción volumétrica mediante acero inoxidable, tendremos el 60% del balneum reconstruido con una malla de trama que apenas es visible a la luz del día, pero que con un juego de luces que tenemos en la parte de inferior va a generar unos volúmenes verdaderamente impactantes”.

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Termas de lujo

“Todo esto estará cubierto por un edificio que tendrá realidad virtual y realidad aumentada en varias estancias y que nos permitirá, mediante paneles, ver la sala de agua caliente, la sala de agua fría, así como los mosaicos que hay en el frigidarium”, explica el arqueólogo.

Los elementos arqueológicos del balneum ya restaurado se podrán observar, al igual que ocurre con el mosaico del triclinium, desde arriba, por medio de plataformas, ya instaladas también, que recorren el espacio a poco más de un metro de altura.

La visita a este nuevo espacio museístico comenzará por el pórtico de entrada, “por donde mismo accedían los romanos, se quitaban la ropa y pasaban al fingidarium, la gran sala de agua fría que va a tener además esa reconstrucción volumétrica de la exedra, donde el dominus se sentaba observando como sus invitados disfrutaban del baño”, explica Valero.

“Este hombre tenía todas las comodidades dentro de un balneum privado que, por cierto, mide 900 metros cuadrados, es más grande que las termas públicas de Segóbriga y Ercávica. También contaba con una piscina abierta que, aunque no tenía techo, si contaba con paredes y suelo calefactados, que le permitía estar observando las estrellas a una temperatura estable”.

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Nuevo espacio abierto al turismo

“Estamos ya en las postrimerías de esta fase”, explica Valero que es también diputado de Patrimonio y Turismo de la Diputación Provincial de Cuenca. “Esta semana vamos a tener la reconstrucción volumétrica mediante maya de la práctica totalidad del espacio y una vez que tengamos ya todos los elementos museográficos instalados, se colocarán las cerchas para la cubierta y este verano, si no pasa nada, podremos disfrutar del segundo espacio musealizado en Noheda”.

Un edificio misterioso

El georradar detectó en 2019 un edificio cruciforme de 900 metros cuadrados que está enterrado y del que sobresalen los muros, gruesas paredes de 1,20 metros de ancho y de las que se conservan tres metros de altura. O de profundidad, porque todo está aún bajo tierra. Solo el perímetro que marcan esos muros está descubierto y protegido con arlita.

“Esperemos que nos depare sorpresas”, apunta Valero. “Destacan tanto sus dimensiones como la morfología de un espacio cruciforme con un octógono de 25 metros cuadrados que lo corona sin ningún elemento intermedio. Solamente hemos hecho ligeras catas en las que ya se aprecien restos de pinturas en los muros”. La idea de los responsables de la excavación arqueológica es cubrir ahora con una gran carpa este espacio para trabajar en su descubrimiento.

¿Qué funcionalidad podría tener este edificio? “La investigación está en ciernes”, apunta el arqueólogo. “Con el estudio del georradar no nos salían tabiques ni muros intermedios. Por el momento puede ser un gran espacio dedicado a la producción, un almacén, que no parece oportuno entre el triclinium y entre el balneum. También podría ser un excepcional candidato del salón de recepciones. En la época tardorromana, los señores de las villas emulan lo que hace el emperador y el emperador lo que hace es recibir a todos sus patrocinados en un salón de recepciones, donde él les explicita que tiene su ejército personal, que tiene unas riquezas que puede protegerles, y luego solo los más amigos llegan al triclinio, al comedor”.

Sobre la identidad de aquel señor que disfrutó del lujo de esta villa que ahora se descubre poco a poco, nada se sabe. No ha aparecido ningún indicio fiable aún que permita ponerle nombre. Pero, quién sabe, Noheda contaba con cien hectáreas y esto no ha hecho más que empezar.