Opinión

La Historia os absolverá

La firma de opinión del catedrático de Historia Contemporánea de la UCLM, Manuel Ortiz

Manuel Ortiz

La Historia os absolverá

03:42

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Albacete

En los últimos doce años la sanidad se ha convertido en el segundo problema que más afecta a los españoles, según los datos elaborados por el CIS (noviembre 2022). En concreto, la cifra ha aumentado casi un 30%. Este país tiene un grave problema con el Sistema de Salud cuyos orígenes, fundamentalmente, se remontan al estallido de la crisis sistémica de 2008. Estos días estamos asistiendo a movilizaciones en las calles en defensa de la Sanidad Pública. Coinciden con huelgas y paros de diferente calado en distintas Autonomías, verdaderas responsables de la parcela después de la aplicación de la Constitución de 1978. Esta dio lugar a un sistema auténticamente federal que dejó al Ministerio con pocas competencias y escasa capacidad de maniobra para coordinar y regular un sistema que se ha mostrado muy heterogéneo y desigual.

He aquí un asunto, por tanto, que nos concierne a todos y del que deberíamos exigir a nuestros representantes políticos soluciones y debates de enjundia. Sin embargo, en esta ya auténtica campaña electoral que se ha iniciado en las últimas semanas, las intervenciones y propuestas inciden en descalificaciones, titulares vacíos pero provocativos y acusaciones o valoraciones que no contribuyen a nada positivo. En ellas domina la hipérbole y la mentira como voy a ilustrar con dos ejemplos.

Por un lado, encontramos declaraciones de líderes que comparan la situación actual con la que se vivió en 1936, sobre todo durante los meses que precedieron al golpe de Estado causante de la Guerra Civil. Un simple repaso historiográfico sobre los orígenes de aquel conflicto fratricida nos convencerá rotundamente del desatino cometido, ante lo que sólo cabe pensar en el interés por desprestigiar nuestra propia democracia. Me apoyaré en el libro de un colega, Eduardo González Calleja (Cifras cruentas, Comares, 2015) para describir sucintamente un tiempo, el republicano, preñado de enfrentamientos de paradigmas alternativos que pugnaron por primera vez con enorme fuerza entonces. La historiografía ha explicado con claridad la existencia del enfrentamiento entre proyectos reaccionarios, reformistas y revolucionarios que venían de tiempo atrás. Aquella violencia ni mucho menos fue patrimonio exclusivo español porque podríamos recordar casos como el alemán –1.400 asesinatos políticos–; italiano –un mínimo de 1.150 muertos–; o austriaco –788 asesinatos-. Durante el llamado periodo del Frente Popular español tuvieron lugar 384 muertes, la mitad lo fueron por las fuerzas policiales y el sesenta por ciento de los fallecidos fueron militantes de la izquierda política y sindical. ¿Cabe en serio algún paralelismo con la España actual?

El otro caso se refiere a la mención teóricamente exitosa y merecedora del mayor apoyo electoral posible a una fórmula calificada como la Triple A. Quienes asumen unas responsabilidades políticas de esta envergadura deberían conocer mejor sus propias propuestas antes de lanzarse al vacío. Lo digo porque en otro momento mitificado de nuestro reciente pasado, la Transición, actuó un grupo autonomizado así -Alianza Apostólica Anticomunista- activo entre 1976 y 1982 que se daría a conocer al reivindicar el asesinato de Arturo Ruiz y en enero del 77 a cinco abogados laboralistas en Atocha -aunque luego supimos que sus autores en realidad estaban relacionados con los Guerrilleros de Cristo Rey-. Esa banda se inspiró en el modelo de organización homónima argentina, creada en julio de 1974 por una serie de policías tutelados por oficiales del ejército peronista con el fin de luchar contra la izquierda revolucionaria, como nos cuenta en otro libro Sophie Baby, El mito de la Transición pacífica, Akal, 2021.

Aclarados estos errores, cabe preguntarse si seguiremos prestando atención a estas patrañas o exigiremos debates de auténtico interés que traten demandas y necesidades reales.

 
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