Talavera de la Reina

¿Te has preguntado alguna vez qué es el éxito o una persona exitosa? Para muchas personas, tener éxito es tener mucho dinero, poseer bienes, aparentar físicamente perfecto... entre otras muchas cosas. Pero son muchas las personas "exitosas" que no son felices con su vida o no saben levantarse tras las adversidades que nos vamos encontrando por el camino. Eso es por algo y tenemos la respuesta: durante su vida no ha desarrollado las diez habilidades esenciales que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Estas habilidades, que a continuación nombraremos, se adquieren desde la infancia, son innatas; pero otras, se pueden ir desarrollando y es necesario desarrollarlas para lograr a tener una vida plena, y sobre todo, feliz.

Se desarrollan con la educación

Si educamos a los más pequeños y pequeñas incluyendo estas habilidades desde la infancia, ellos y ellas, podrán llegar a ser adultos activos. El modelo de educación en habilidades para la vida propuesto en 1993 por la Organización Mundial de la Salud, persigue desarrollar en las personas un repertorio de destrezas para mejorar su competencia personal y social a la hora de afrontar los retos del entorno. Así, también se fortalecen las relaciones y comportamientos que un ser social tiene en cuatro ámbitos: para uno mismo, con la familia, con las compañeras y compañeros de estudios, así como con el entorno en general.

10 habilidades esenciales

Las 10 habilidades esenciales recomendadas por la OMS, son las siguientes:

1. Autoconocimiento

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2. Empatía

3. Comunicación asertiva

4. Relaciones interpersonsales

5. Toma de decisiones

6. Solución de problemas y conflictos

7. Pensamiento creativo

8. Pensamiento crítico

9. Manejo de emociones y sentimientos

10. Manejo de tensiones y estrés

Tintoneti: habilidades y juego

Tintoneti promueve la adquisición de habilidades a través del juego. Asume que las habilidades se entrenan desde la más tierna infancia, por eso, el juego se convierte en un imprescindible para que todos los niños y niñas desarrollen estas habilidades. Jugando al tradicional escondite, por ejemplo, se trabaja la habilidad 5 recomendada por la OMS: la toma de decisiones. No solo esta, también la solución de problemas y conflictos y otras muchas habilidades. El escondite es un claro ejemplo de que cualquier juego, por simple que parezca, le está ayudando al niño o a la niña. Un niño sin jugar, será un niño sin desarrollar las habilidades básicas para afrontar la vida.