La imposible mirada hacia el futuro

Albacete

En estos días de finales de año, solemos hacer una revisión de lo ocurrido y ponderar hacia dónde nos conduce el futuro. Por mi parte, en lugar de perderme en mis propios e insignificantes pensamientos, he decidido hacer caso del consejo de un lejano amigo y escuchar la hora y media de conversación entre Daniel Khaneman, premio Nobel de economía y Yuval Noah Harari, dos de los más importantes pensadores del momento sobre los problemas de la Humanidad y sobre su futuro. Ambos han escrito interesantísimos libros acerca de diversos temas históricos y sociales cuya lectura no puedo dejar de recomendar.

De esa larga e interesante conversación, disponible en YouTube, me he permitido extraer para ustedes dos ideas principales, con las que ya me había topado en algunas reflexiones personales sin por ello darles la importancia debida. Quizá en eso resida la verdadera capacidad de un gran pensador, no solo en dar con las ideas o conclusiones adecuadas, sino en darse cuenta de su importancia e intentar explicarla a los demás, a pesar de la resistencia con la que esas ideas van probablemente a encontrarse.

La primera idea de la que quiero hablarles surge en un momento de la conversación en la que se aborda el asunto de que la Humanidad suele a menudo presentarse como si fuera una entidad coherente, capaz de analizar la realidad y de tomar decisiones de forma colectiva y sensata para solucionar los importantes problemas que enfrenta. En oposición a esta idea, el profesor Khaneman advierte que no hay un “nosotros” que tome las decisiones. Al contario, cada persona forma parte de un sistema que se mueve por sí solo, obedeciendo a diferentes fuerzas e intereses de pequeños grupos o individuos, que ejercen una influencia variable en la evolución de las cosas. De este modo, el rumbo que lleva la Humanidad es impredecible y será el resultado de la combinación de esas fuerzas, asimismo impredecibles en su intensidad y evolución. La idea de que controlamos nuestro rumbo hacia el futuro es, por tanto, falsa.

La segunda idea que me ha llamado la atención en esa interesantísima conversación surge de la respuesta que proporciona Yuval Harari a la pregunta que le hace la moderadora sobre quiénes cree que son en estos momentos las personas más importantes para el futuro de la Humanidad. El profesor Harari responde que seguramente son algunos científicos o ingenieros desconocidos, que se encuentran trabajando en el desarrollo de una nueva tecnología que algún día verá la luz y para la cual no tienen idea alguna de las consecuencias de su uso. A esto, el Dr. Khaneman apunta que así es, que es imposible saber quiénes son las personas más importantes para nuestro futuro, puesto que ni ellas mismas son ahora conscientes de ello. El futuro tendrá la última palabra y nos revelará el misterio cuando miremos desde él hacia el pasado.

Viajamos pues rodeados de niebla impenetrable hacia un destino impredecible. No obstante, siempre he pensado que no es el destino lo importante sino con quién y cómo hacemos el viaje. Sigamos viajando, por tanto, con esperanza, el año que va a comenzar. Siempre nos quedará el consuelo de poder contemplar las estelas en el mar.