La muerte del ocio en el casco
Los jóvenes sienten que viven en una ciudad, donde poco a poco la llama de la vela se está apagando
La muerte del ocio en el casco (01/12/22)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Toledo
Como joven, cada año que pasa, acentuado por la pandemia, veo que la propuesta de ocio en el Casco Histórico de Toledo disminuye a pasos agigantados. Si nos salimos de los ejes vertebradores como es Zocodover, calle Ancha, Plaza del Ayuntamiento, nos encontramos con calles desiertas, acompañadas tan solo de bolsas de basura y algunas con un olor extraño, que todos sabemos distinguir.
Esta situación agonía, creo que se debe solucionar cuanto antes, ya que la mayoría de las ciudades con el estatus de Toledo, ciudades turísticas. Aparte de tener una oferta gastronómica y monumental, también cuentan con una oferta de ocio acorde a esa categoría de ciudad, no hablo solo del ocio nocturno que cada vez hay menos opciones, también al ocio de tarde, es decir, al general.
Esto no es una cuestión que tenga que ver con el botellón ni nada similar, los jóvenes sienten que viven en una ciudad, donde poco a poco la llama de la vela se está apagando. Muchos viven o estudian en Madrid y lógicamente ese nivel es inalcanzable, pero hay ciudades como Salamanca o Albacete, donde la propuesta es mucho más amplia, en Toledo tenemos universitarios, tenemos turistas que llenan nuestra ciudad cada día, con esto quiero decir que por afluencia de personas no es.
Por estos motivos, es crucial que se trabaje por parte de los entes público-privados, porque es la única forma de que se le dé vida al Casco Histórico, que ya acercándonos a 2023, las cifras de despoblación de este seguirán al alza y todos sabemos que hay zonas o incluso manzanas prácticamente abandonadas.
A este abandono se le debe buscar solución cuanto antes, porque si esperamos mucho más quizá es tarde. Porque a la propuesta turística o a las personas que venga a ver, un cierto y novedoso parque temático o su espectáculo nocturno, se les debe “invitar” a que quieran quedarse un poquito más en Toledo, para disfrutar de la ciudad y de sus lugares.
Merecemos y necesitamos una ciudad viva en el presente, pero especialmente en el futuro, debemos encaminarnos a conseguirlo.
