El día a día es una utopía
Yo pensando en ver que hago con mi día festivo de noviembre y en las agencias de viajes ya ofertándome un crucero para Semana Santa
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Toledo
Dicen que cuantos más años cumples más rápido pasa el tiempo y está claro que es cierto. De pequeña las vacaciones de verano se me hacían eternas y ahora un mes me parece un suspiro. Pero todo tiene un límite; una cosa es que el tiempo pase rápido y otra es que te pase por encima.
Esa sensación, la de que se me viene todo encima, cada vez es más insoportable, sobre todo en este tramo otoñal, aunque sea con temperaturas de verano, que va desde septiembre a diciembre.
Es un ritmo frenético. Entre agosto y septiembre ya tienes que comprar la lotería de Navidad porque ya empieza a decirte todo el mundo que se acaban los números, que vas a ser el único en quedarte sin lotería de la empresa, que si hay que hacer las participaciones del equipo de fútbol, que si el viaje de fin de curso. ¡Que estrés! Y eso sabiendo que las posibilidades de que te toque son efímeras.
Es solo el principio porque a finales de septiembre tú te plantas en el supermercado con las chanchas y los tirantes puestos, porque hace 35 grados a la sombra, y lo primero que te encuentras cuando giras las esquina con el carro es el surtido de turrones, 'panettones', mazapanes y polvorones .Ojo, en septiembre. Que no ponen el roscón de Reyes porque será que la nata viene de Oriente , que si no, también.
Y claro para esas fechas quedan aún tres meses para la Navidad, así que el 'panettone' se te junta con las calabazas de Halloween, con los buñuelos y con los huesos de Santo.
Una locura porque tú que estás pensando en hacer las lentejas, como todos los miércoles, te encuentras con que ya te están metiendo por los ojos la pierna de cordero y los langostinos para la Nochebuena. Pero es que no es solo la Navidad, es todo.
En agosto en las tiendas de ropa con los abrigos y los plumas. No hemos hecho el cambio de hora ni el cambio de armario y me están vendiendo la bata manta y los edredones dobles, porque la calefacción nos va a salir muy cara.
Yo pensando en ver que hago con mi día festivo de noviembre y en las agencias de viajes ya ofertándome un crucero para Semana Santa.
Y luego dicen los del mindfulness, los de la meditación y los psicólogos y todo el mundo :” Hay que vivir el día a día, hay que disfrutar del presente, del momento”. Pero si es imposible, si no te dejan disfrutar del momento, si por mucho quieras correr siempre llegas tarde a todo. Vivir el día a día es una utopía, todos los estímulos que te rodean te hacen pensar hoy en lo que estarás haciendo dentro de tres meses . Es un maratón sin meta porque cuando llega el 24 de diciembre y crees que has llegado a tiempo… pues no , ahí esta todo el mundo hablando de las rebajas.