Dejemos de sacar pecho
Dejemos de cortar cintas en inauguraciones ridículas. Dejemos de ir a festejos con la sonrisa puesta y hagamos realidad eso tan repetido y tan poco real de la empatía, la educación en valores y la solidaridad
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Toledo
Esta semana nos hemos topado con un dato, para mí, espeluznante. Más del 32 por ciento de nuestros ciudadanos, de los castellano-manchegos estamos en riesgo de pobreza extrema. No son ni mas ni menos que 665.000 personas de los poco mas de 2 millones que vivimos en esta comunidad.
Porcentualmente estamos 5 puntos por encima de la media nacional. 5 puntos más en una comunidad que ocupa el noveno puesto de España en número de habitantes y nos vamos al furgón de cola si hablamos de densidad de población.
Sé que la situación será muy diferente dependiendo de los barrios, de los pueblos, de las ciudades, pero para que lo visualicemos mejor ese dato refleja que de esas 10 personas que nos cruzamos todos los días, 3 viven en riesgo de pobreza. O sea que tienen problemas para pagar las hipotecas, los alquileres, la comida que todos los días tienen que comprar y que la cosa irá a peor, este invierno ,con los precios de la luz o el gas. Y el dato es aún mas terrorífico si lo sumamos a estas otras cifras:
El paro en nuestra región está entorno al 14%, también por encima de la media nacional. Rango de pobreza 32% , tasa de paro 14%, resultado: un 18% de esas personas que viven en la cuerda floja no está desempleada está trabajando, probablemente con unos sueldos tan precarios que no les permiten levantar cabeza
La inflación también en nuestra región por encima de la media nacional está por encima del 10 por ciento, lo que significa que a ese 32 % que está en situación límite la compra les sale cada día un poco más cara. Lo que, inevitablemente, perpetúa esa situación no dejándoles ninguna salida.
¿Y saben lo peor? Que las cifras no mienten pero no nos hacen sentir nada . En medio de esas cifras se pierden los nombres de los hombres, las mujeres y los niños, intentando seguir adelante, mientras el tsunami de su economía precaria se les viene encima cada día.
Dejemos de sacar pecho, dejemos de presumir de grandes parques de ocio, de promesas de inversiones multimillonarias. Dejemos de cortar cintas en inauguraciones ridículas. Dejemos de ir a festejos con la sonrisa puesta y hagamos realidad eso tan repetido y tan poco real de la empatía, la educación en valores y la solidaridad. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida