Opinión

¡Qué bonito sería si ocurriera en la Tierra!

La firma de opinión del catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Jorge Laborda

Jorge Laborda

¡Qué bonito sería si ocurriera en la Tierra!

03:40

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1665388638187/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Albacete

El otro día se me ocurrió un argumento para un relato, y me gustaría preguntarles si lo ven creíble. La acción se desarrolla en un planeta muy, muy lejano. La actividad económica, guiada por la avaricia y el egoísmo, y la superpoblación, han conducido a que la atmósfera de ese planeta se inunde de gases de efecto invernadero. La temperatura media del planeta ha ido subiendo en las últimas décadas, pero lo más grave es que las intensas sequías y las olas de calor en verano, y las profundas heladas y enormes tormentas de nieve en invierno, han conducido a que la supervivencia resulte una difícil empresa durante esos intensos picos climáticos.

Los científicos venían avisando de que la catástrofe se aproximaba, pero los habitantes del planeta Destierra, que así se llama el planeta, no hacían caso. Finalmente, una serie de grandes catástrofes en años consecutivos, que se cobran millones de víctimas, consiguen despertar a los desterrícolas de su negacionismo. Gracias a ello, una idea, lanzada por un científico casi desconocido que se dedicaba ocasionalmente a elaborar podcasts para una cadena de radio, captura milagrosamente la voluntad de los desterrícolas a nivel planetario. La idea, que se hace viral, está inspirada en las medidas tomadas para frenar una reciente pandemia, también relacionada con la degeneración medioambiental, causada por un virus respiratorio. Se trata de llevar a cabo un confinamiento climático a escala planetaria. Hasta que los desterrícolas no hayan sido capaces de desarrollar energías alternativas no contaminantes, hasta que el cambio climático no pueda ser frenado e incluso revertido, solo se llevarán a cabo actividades estrictamente necesarias para la supervivencia de la civilización. Los viajes de placer, los espectáculos de todo tipo, las pantallas gigantes en la calle, las televisiones enormes en casa, la iluminación navideña y festiva, las calefacciones y aires acondicionados, el excesivo consumo de carne y de alimentos no producidos localmente, estarán totalmente prohibidos.

Los líderes del mundo, sin excepción, dejan atrás sus rencillas y diferencias y acogen la idea con esperanza, e incluso con entusiasmo. Todas las naciones de la Destierra se unen para poner en marcha el confinamiento climático y desarrollar fuentes de energía alternativas para lograr el objetivo de salvar la vida en el planeta, de salvar también la civilización, de generar un ambiente de colaboración y no de competición, de unidad y no de división, de sensatez y no de extremismo y polarización.

Gracias a este cambio radical de valores y de comportamiento, los desterrícolas, juntos, lo consiguen. Logran hacer del planeta el paraíso que antaño fue. Consiguen que el respeto por el medio ambiente se traduzca también en respeto por la dignidad de todos los seres vivos y por todos los habitantes de la Destierra. La civilización no solo se salva, sino que sienta las bases para no verse jamás amenazada en el futuro.

Este es el argumento del relato que se me ocurrió el otro día. Mis amigos me dicen que no lo ven creíble, ni siquiera si se desarrolla en un planeta muy, muy lejano, pero, como decía, me gustaría preguntarles a ustedes que cómo lo ven. No hace falta que respondan, pero si lo desean pueden escribir un email a utopiaincreible@notelacreas.es. Les aviso que no creo que esa dirección exista en el Internet del planeta Tierra.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00