Verano perdido en el Tajo

Toledo

Aprovechando estos últimos días de verano, durante varias tardes he podido dar la tradicionalmente llamada “vuelta al Valle”, algo perfecto para desconectar y hacer algo de ejercicio que nunca viene mal. Y en uno de los descansos, me he parado como siempre para ver la vista panorámica de nuestra ciudad, lo desolador es cuando he bajado la mirada y he visto el estado deplorable estado del Tajo.

Si hace unos meses comentaba el “SOS” que lanzaba una asociación de vecinos, buscando a la desesperada que se actuara sobre el río. Después de pasar lo que a priori debe ser la época de más calor, es decir, los meses de verano, que son los más duros en cuanto a caudal. Puedo decir de una forma clara e inequívoca que para el río Tajo es otro “verano perdido”.

La anterior afirmación tiene todo el sentido, ya que entre mayo y junio veíamos un cierto movimiento reivindicatorio, por las consecuencias que ya estaba sufriendo el Tajo. Los dirigentes vendían diversos proyectos que estaban relacionados con la problemática e incluso hablaban de buscar soluciones. Pues hoy, 22 de septiembre de 2022, no hay ningún avance y la situación que se vive es igual o peor que en otros periodos estivales.

Por desgracia es un asunto que dejamos ahí aparcado, muchos jóvenes lo vemos como algo que no tiene solución y cuando hablamos de lo mal que se encuentra, lo observamos como algo cotidiano, reiterativo y sin solución. Es una auténtica pena porque la historia de nuestra ciudad, la supervivencia de las distintas sociedades que han pasado por Toledo es gracias al río Tajo.

Creo que ya es hora de que se tome enserio el problema, porque siempre lo achacamos al Trasvase Tajo-Segura y lógicamente algo tiene que ver, pero no del todo. Al final hay un problema que necesita solución, que debe llegar desde el Gobierno Central, donde el Ayuntamiento de Toledo tiene mucho que decir. Es fundamental pensar en la situación hidrológica nacional, porque quizá nuestro río no puede soportar todo el déficit de agua que existe en unas determinadas zonas.

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Pienso que todos estamos de acuerdo en que el agua es de todos y para todos, soy el primero que ve fantástica esa solidaridad. También es cierto que no se puede permitir que tengamos un río agonizante, que no estamos hablando de poner ninguna venda en la herida, porque no hay venda que poner, es tan grande que hace falta operar.

Desde aquí quiero llamar a la concienciación de todos, para que tengamos la voluntad de mejorar y revertir la situación. Pero por encima de todos, creo que el mayor toque de atención debe ser para la alcaldesa de Toledo y el presidente de Castilla-La Mancha, como también para todos los grupos políticos, porque nuestro Tajo necesita mucho trabajo, pero sobre todo mucho consenso y diálogo