¿Dónde están los rascacielos de Cuenca?

Tras nuestra visita a la Feria de Albacete de la semana pasada (regresamos cargados de buenas sensaciones) el segundo programa de la temporada vuelve a nuestra habitual multioferta de destinos para viajeras y viajeros que quieren disfrutar de Castilla-La Mancha, sin prisas y con la mirada puesta más allá de las pantallas. Y para los que nos siguen desde fuera de la región, convencerles de su próxima visita a nuestra tierra. Tenemos propuestas culturales, como la completa programación de Toledo para la Noche del Patrimonio; patrimoniales, como la interesante ruta en busca de rascacielos medievales que ha preparado Paco Auñón, en SER Cuenca; detalles curiosos de destinos singulares, incorporando Atienza (Guadalajara) a nuestro «Mapa de Favoritos», de la mano de Ángel Monterrubio, y terminamos paseando entre los viñedos de la DO Manchuela con la ayuda de Diana Granados, gerente de la Fundación Tierra de Viñedos. Aquí, puedes escuchar el programa completo: LOS TATARABUELOS DE LOS RASCACIELOS NEOYORQUINOS Y es que, en el argot viajero, dices rascacielos y uno piensa enseguida en Nueva York... en Shanghai... Londres... No vamos por ahí. Nosotros queremos hablarte de nuestros rascacielos particulares, levantados siglos antes de la llegada de los ingleses a América del Norte. Nos hemos propuesto que mires Cuenca con una mirada diferente. El casco antiguo está declarado, junto a sus hoces, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1996. Y en el mismo, uno de los elementos arquitectónicos más significativo son sus “rascacielos medievales”. Una singularidad arquitectónica que compartimos con otros destinos patrimoniales en el mundo. Abrimos programa desde Cuenca, con una ruta de rascacielos que tienen siglos de historia, que nos llevará de Bolonia a Cuenca. LA CIUDAD DE JUAN BRAVO, ESPINAS DE UNA CORONA Y TONELADAS DE SAL Atienza no pasa desapercibida, ni cuando te acercas ahora y su antigua fortaleza dibuja el techo de su casco, ni cuando conoces los detalles curiosos que han completado su pasado. De la mano de Ángel Monterrubio, desgranamos algunos de los elementos que nos han llevado a incorporarla a nuestro personal «Mapa de favoritos...con historias». Porque se trata de eso, de una selección muy personal de destinos singulares, poniendo el foco en hechos, personajes y anécdotas que dan vida a una visita. Lo primero, Atienza está declarada Monumento Nacional desde 1962. Un casco interesante, coronado por una poderosa fortaleza que los soldados napoleónicos maltrataron, como a tantos otros monumentos de nuestra región. De origen árabe, pero sobre una fortificación anterior, tuvo un papel destacadísimo en las luchas de la Reconquista. Dominando la población desde la cumbre del elevado y estrecho cerro, el castillo estaba defendido por dos murallas. La inferior, con tres puertas (la principal defendida por torreones y con puente levadizo) Sirvió como prisión de estado, ideal por ser un fortín roquero inexpugnable y solitario. Inquilino-prisionero fue Fernando de Aragón, duque de Calabria, noble del reino de Nápoles y virrey de Valencia. Las pretensiones de su padre don Fernando a la corona de Castilla hicieron que Fernando el Católico prendiese al duque de Calabria en marzo de 1502 y le trajese a España para encerrarlo en el castillo de Atienza. Allí permaneció once años, hasta 1513, en que fue trasladado al castillo de Játiva. Curiosamente, el duque se terminó casando en 1526 con Germana de Foix, viuda de Fernando el Católico, el mismo que lo encarceló en Atienza. Y también sirvió como uno de los 6 escenarios mundiales elegidos por HBO Max para la campaña de promoción que realizó en 2019 con motivo del lanzamiento de la 8ª temporada de «Juego de Tronos», lo que provocó un interesante peregrinaje de fans de la serie para hacerse una foto frente al trono, cerca de las murallas de nuestro castillo. CRUCE DE CULTURAS Y MEMORIA SALADA No es fácil encontrar rincones de nuestra geografía que sean un cruce de 3 caminos históricos y singulares como ocurre en Atienza: el Camino del Cid, ruta que sigue el recorrido del legendario héroe castellano en su destierro, -“Atienza, peña muy fuerte«, según el Cantar-. Es también inicio, por el norte, del Tramo 10 de la Ruta de Don Quijote, por la que se creó en la falda del monte del castillo un área recreativa y, además, el Camino de Santiago, concretamente el que viene del Levante, conocido como Ruta de la Lana. Y aunque pocos lo saben (sabíamos), Atienza ha sido también una de las capitales nacionales de la sal, a pesar de estar a cientos de kilómetros del mar. No todas las salinas son marinas. Nos lo ha explicado Monterrubio: en toda su comarca, el agua salada se extraía del subsuelo por medio de pozos de unos cuatro o cinco metros de profundidad, que disponían de una noria octogonal que suministra de agua los estanques recocederos, ese era su nombre, donde se calienta. De allí se suministra al conjunto de piscinas donde se deposita la sal. Las salinas se construyen en el siglo X, aunque ya en el siglo I, los romanos extraían sal en la zona. Los monarcas les sacaban provecho concediendo a nobles y personal eclesiástico alguno de sus beneficios. Fue Alfonso VI el que finalmente concedió al obispado de Sigüenza su explotación. Carlos III amplió las infraestructuras de las salinas de Imón, con la construcción de grandes almacenes, artesas y canales que aún se mantienen en pie. El conjunto de edificaciones data del siglo XVIII y han sido reformadas y adaptadas en los siglo XIX y XX. Las salinas de Imón, visitables, eran las de mayor producción en la península ibérica, perteneciente al término municipal de Sigüenza. Durante su historia, fue una de las salinas más importantes junto con las de Bujalcayao, Carabias, La Olmeda y Gormellón, hasta la puesta en marcha de las salinas de Torrevieja, y Alicante nos arrebató el cetro salado. SENDEROS ENTRE VIÑEDOS DE MANCHUELA LA CUNA DE... Atienza es la patria del comunero Juan Bravo, nacido aquí en 1484 y muerto en Villalar el fatídico 24 de abril de 1521. Su padre, Gonzalo Bravo de Lagunas, era alcaide de la fortaleza que corona la villa. También nació aquí Juan Francisco de Segura (Atienza, 1569-Zaragoza, 1620) conocido como Francisco de Segura o el Alférez de Atienza, poeta y escritor español del Siglo de Oro, que vivió buena parte de su vida en Portugal. Estuvo en contacto con las más grandes figuras de la época: Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo o Lope de Vega. Algunos estudiosos lo dan como autor del famoso Quijote de Avellaneda. Y aunque no nació aquí, una de las figuras de la Guerra de Independencia con Napoléon, también está vinculado a Atienza, cuartel general de Juan Martín Díez “El Empecinado”, por lo que los franceses al mando del general Duvernet, se ensañaron con la población en varias ocasiones, desvalijando las iglesias y saqueando las casas para, posteriormente, desportillar el castillo e incendiar gran parte de la villa. Así se las gastaban los soldados de Bonaparte.

¿Dónde están los rascacielos de Cuenca?

José Vicente Dorado

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