Arte, naturaleza y convivencia en la vieja estación de tren de un pueblo de Cuenca

Kárstica es un espacio habilitado como residencia de artistas en la localidad conquense de Cañada del Hoyo

Concha Guadalajara, María Gray, Sandra Julve, Irina Wainstein y Andrés Martínez en el espacio Kárstica ubicado en la antigua estación de tren de Cañada del Hoyo (Cuenca). / Guillermo Román

SER Cuenca26/07/2022 - 14:07 UTC

Cuenca

En Hoy por Hoy Cuenca nos trasladamos hasta la estación de tren de Cañada del Hoyo, un edificio adecuado como residencia de artistas desde 2018. Se trata de Kárstica, un espacio gestionado por el Museo y Centro de Artes de Vanguardia La Neomudéjar de Madrid. Cada verano, creadores de distintos lugares del mundo aprovechan sus instalaciones durante unas semanas para desarrollar sus proyectos artísticos siempre relacionados con el paisaje del entorno. Estos días avanzan sus trabajos cuatro artistas: María Gray, Sandra Julve, Irina Wainstein y Alfonso Nogueroles. Hemos estado con ellos y os contaremos también cómo es la relación con los propios vecinos de Cañada del Hoyo.

Creatividad y naturaleza en las residencias artísticas de kárstica en Cuenca

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Irina Wainstein entra en la sala principal de Kárstica con la respiración agitada por el encuentro inesperado que acaba de tener con la fauna silvestre del entorno de Cañada del Hoyo. “Un corzo ha saltado las alambreras y estaba dentro de nuestro recinto, asustado, tratando de salir. Yo me he asustado también porque corría enloquecido muy cerca de donde yo estaba. Finalmente, de un salto ha conseguido saltar la vaya y se ha ido”.

Una de las características de este lugar es que se encuentra en plena naturaleza, rodeado de pinares y tierras de labor, a apenas dos kilómetros del casco urbano de Cañada, localidad presidida por la esbelta silueta del castillo del Buen Suceso y famosa por sus lagunas con aguas de colores declaradas Monumento Natural.

Espacio de trabajo para los artistas residentes en Kárstica en la planta baja de la antigua estación de tren. / Guillermo Román

Aquí es donde el Museo y Centro de Artes de Vanguardia La Neomudéjar de Madrid fundó en 2018 el espacio Kárstica para favorecer la creación artística relacionada con el entorno. Durante los meses de junio y julio se han sucedido varias residencias de artistas que desarrollan en sus instalaciones su creatividad. “El objetivo es crear proyectos enlazados con la naturaleza de Cañada del Hoyo y que fomenten la interacción con los vecinos”, explica Maria Gray. “A veces cuesta esa integración aunque poco a poco la relación va fluyendo con personas como Andrés o su madre Concha, con el panadero, con el cocinero de la residencia de mayores o con la gente del restaurante La Venta de los Montes. De alguna manera tiendes ese puente que pretende interactuar y recuperar así lo rural”.

Arte y comunidad

“Se agradece que haya este espacio de creación, de conocer nuevos territorios, de conectar contigo y poder crear, porque en las ciudades estás sujeto a unas contingencias, a un estrés y a un ritmo acelerado”, comparte Sandra Julve. “Aquí te sincronizas con la naturaleza y ves las estrellas en todo su esplendor”.

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“A mí me parece extraordinario”, dice Concha Guadalajara, vecina de Cañada del Hoyo. “Cuando me enteré de este proyecto, de Kárstica, me puse muy contenta porque pienso que puede aportar mucho al pueblo. Es cierto que los primeros años no tuvimos mucha relación con ellos, pero a partir del verano pasado que hubo dos residentes que se implicaron mucho con el pueblo y pidieron nuestra colaboración, fue algo tan distinto de lo que estamos acostumbrados aquí, que me parece maravilloso”.

Concha Guadalajara y Andrés Martínez, vecinos de Cañada del Hoyo junto a la escultura 'El portal de las Ancestras'. / Guillermo Román

Andrés Martínez es vecino de Cañada del Hoyo y nos cuenta que hace “de enlace entre los residentes y el pueblo, les facilito lo que puedo, desde viajes, compras, información, guía por la zona e, incluso, echarles una mano en la limpieza de la parcela”, enumera. “Creo que aporta una visión muy diferente a lo que hemos vivido en Cañada del Hoyo por no decir que es totalmente opuesta”, explica este joven que también desarrolla su faceta artística en el dibujo y el retrato.

Coincide en calificar la experiencia como “muy buena” Alfonso Nogueroles, el único chico entre los residentes actuales de Kárstica. “Ahora mismo somos cuatro, cada uno está en su mesa, de vez en cuando alguien se levanta, te prepara un te y vuelta al trabajo. Es muy interesante porque en esos momentos es también cuando se comparten las experiencias de cada uno”.

Sandra Julve

Sandra Julve es de Daroca (Zaragoza) y desarrolla en Kárstica el proyecto artístico Rad.i.cal, una composición sonora de carácter instalativo-performativo a través de la escucha realizada en distintas rutas para explorar la arquitectura natural y de intervención humana. “Ahora estoy recogiendo testimonios de la gente de Cañada del Hoyo sobre las torcas, quiero recoger este conocimiento popular y el vínculo de estas personas con el fenómeno natural de la torca y la laguna”.

“Yo trabajo mucho con la escucha y con la naturaleza a partir de lo que yo denomino derivas, vamos que camino un montón”, añade Sandra. “A partir de la observación y la escucha desde el cuerpo encontré una serie de factores que me interesaron como el colapso de la tierra que representan las torcas y el territorio denominado Tierra Muerta. Empecé a investigar sobre qué es este fenómeno natural, el proceso de disolución y encontrar los paralelismos que hay entre el ejercicio de dominio, control y subordinación que hay entre la naturaleza, la mujer y los trabajos de cuidado desde una sociedad patriarcal”.

Sandra Julve, artista residente en Kárstica. / Guillermo Román

María Gray

María Gray está desarrollando el proyecto Las Ancestras que se materializa ya en una escultura de estilo art brut ubicada en el parque Viejo del municipio. “Pedí inicialmente que los familiares de las ancestras de Cañada del Hoyo, nacidas y muertas aquí, donaran algún elemento perteneciente a ellas para construir la pieza denominada ‘El portal de las ancestras’ como elemento para el recuerdo. Era importante que los familiares participaran. Lo primero que me donaron fue una guadaña y un pellejo de cordero”. María tenía claro que la escultura tenía que quedarse instalada en Cañada del Hoyo. Los vecinos se detienen ahora frente a la escultura “y descubren lo que ellos han donado”, explica María. “Dicen, mira, aquí está el tejido, allí está el cucharón, los cuernos de ciervo…. Lo más emocionante de todo es que es un homenaje a las ancestras que incluirá el nombre de todos ellas”.

María Gray junto a la escultura de su creación 'El portal de las ancestras' en el parque Viejo de Cañada del Hoyo (Cuenca). / Guillermo Román

Irina Wainstein

Irina Wainstein es de Mar de Plata (Argentina), tiene sobre la mesa el mate y varios ovillos de color rojo. Su proyecto artístico consiste en crear una performance en torno al cuerpo y que contará con la colaboración de los vecinos de Cañada del Hoyo. “El proyecto traza el límite, las posibilidades y fronteras entre la explotación del cuerpo de las mujeres y la explotación de la tierra. Mi idea es, a través del caminar, construir espacios en los que el espectador se vuelva parte, se construyan otras narrativas, que nazcan reflexiones y preguntas”. Irina ha preguntado ya a los vecinos de Cañada qué es el cuerpo. “Me han respondido cosas muy diversas”, dice. “Es interesante cuando se plantea una pregunta obvia a las personas y de repente se quedan en shock porque también el cuerpo es un espacio muy íntimo y a la vez algo colectivo”. El hilo rojo será el conductor para darle forma al proyecto. “Voy a trabajar en un bosque cercano con una performance con muchas piedras, con muchas palabras, que unirá una figura humana, que es la mía, con la propia tierra”.

Irina Wainstein, artista residente en Kárstica. / Guillermo Román

Alfonso Nogueroles

Alfonso Nogueroles, natural de Benidorm (Alicante) aunque residente en Madrid desde hace años, está desarrollando el proyecto audiovisual Factor Tiempo inspirado en el paisaje de Cañada y relacionado con las siete lagunas. “Se trata de siete paisajes de los alrededores”, explica. “Recogeré alguno de los árboles singulares del entorno como el pino Abuelo o el Candelabro. En los vídeos quería seleccionar ciertos paisajes muy representativos de la zona. Cada vídeo empezará en negro y poco a poco se irá viendo la imagen como una especie de metáfora del tiempo que tardan estos paisajes en aparecer de modo natural y que tristemente, si no tenemos cuidado, lo que ha tardado millones de años en aparecer, desaparecerá en minutos”. Es una reflexión sobre el paso del tiempo. “Los científicos lo llaman tiempo geológico o tiempo profundo. Figurante tú si a la Tierra le importa si estamos en 2022 o en 2023, no lleva un reloj que marca las horas, son tiempos más profundos. Con este proyecto planteo una reflexión sobre el tiempo que tardan en desarrollarse los paisajes y lo frágiles que son”.

Alfonso Nogueroles, artista residente en Kárstica. / Foto cedida

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...