Caminando por el territorio del vino que gustaba a los romanos

Castilla-La Mancha

Nos situamos. Vamos a viajar por el territorio en el que nacen, crecen y se embotellan los vinos de la DO Uclés. La zona vitícola se encuentra al oeste de la provincia de Cuenca y al noroeste de la provincia de Toledo. El terreno presenta tres zonas geológicas: Sierra de Altomira, de relieve abrupto y presencia de caliza, Zona Occidental, de relieve suave y la Zona Oriental, una depresión intermedia constituida por depósitos del terciario.

Esta Denominación de Origen está formada por cinco bodegas que elaboran pequeños volúmenes de producción, de alta calidad. Es una de las más pequeñas y jóvenes de España, con una gran tradición vitivinícola que ya se conocía en tiempos de los romanos.  Y apuestan por el enoturismo. Lo demuestran con su Ruta del Vino dedicada a dar a conocer un territorio especialmente indicado para el cultivo de la vid que puedes consultar en su web.

Puedes escuchar y compartir el episodio 4 de Senderos del Vino aquí:

Hacemos parada en Huete y Tarancón

Huete se encuentra entre Tarancón y Cuenca. A poca distancia del municipio puedes visitar una ciudad patrimonio de la Humanidad, Cuenca, el Monasterio de Uclés -conocido como el Escorial de La Mancha- o el Parque Arqueológico de Segóbriga.

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El Monasterio de la Merced es el edificio de mayor envergadura de la ciudad. Destaca también el Antiguo Convento de Jesús y María, actual Museo de Fotografía de la Fundación Antonio Pérez. Con respecto a la arquitectura civil destaca la Torre del Reloj, todo un emblema de Huete, o el Pósito Real, donde actualmente se desarrolla un programa de interpretación de la Apicultura alcarreña.

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Huete ofrece además un catálogo de museos que sorprende en una población de su tamaño. Al de Fotografía ya citado, sumamos el Museo Florencio de la Fuente: colección internacional de Arte Contemporáneo con obras de Villatoro, Dalí, Picasso, Bores o Pedro de Matheu; Museo de Arte Sacro: destaca la Cruz de San Nicolás de Almazán, con bellos relieves, y la Cruz de Santa María de Atienza, realizada en 1618 por el platero Miguel Martínez de Arta, considerada una de las mejores cruces castellanas del siglo XVII; Museo Etnográfico: colección de útiles relacionadas con las labores artesanales de carácter tradicional en la alcarria conquense; terminando con el Museo de la Fragua: colección de herramientas y trabajos de forja.

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Tarancón, ciudad en un cruce estratégico de caminos entre el centro y el levante, ha ido incorporando capas de cultura sobre el lienzo de su historia, acogiendo viajeros y comerciantes que se desplazaban por sus caminos. En tiempos, fue conocida como la pequeña corte manchega. Gracias a dos protagonistas, un hijo de Tarancón, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, una guardia de corps del que se enamoró Mª Cristina de Borbón, la reina madre. En más de una ocasión se les vio por Tarancón, donde tenían varias residencias para elegir. Ángel Monterrubio nos cuenta detalles de esa historia de amor.

Cerca de Tarancón se encuentra un complejo de enoturismo realmente singular, parada obligada en la Ruta de la DO Uclés. Hablamos del complejo enoturístico La Estacada. Al principio fue el vino. La Finca La Estacada nació en 2001 como bodega, pero pronto decidieron ampliar sus miras apostando por los viajeros que querían conocer la cultura del vino de la zona. Así se convirtieron en un complejo que cuenta con un restaurante galardonado con la Q de Calidad Turística, un hotel de 4 estrellas con habitaciones con vistas a los viñedos y ofrece vinoterapia en su spa.