Fútbol

El Cazalegas-Ebora Formación se despierta del sueño de la manera más cruel

Se despide del ascenso a 3ª tras perder 4-1 en Tomelloso

Talavera de la Reina

Difícil de explicar lo sucedido ayer en el Municipal “Paco Gálvez” de Tomelloso. El sueño de toda una temporada se acabaría esfumando en los últimos minutos de un encuentro en el que el equipo que partía con ventaja, el CD Cazalegas-Ebora Formación, a tres minutos de los noventa reglamentarios tenía pie y medio en la Tercera RFEF. Pero se pasó del sueño a la pesadilla en apenas cinco minutos…

La tarde era calurosa en el “Paco Gálvez” de Tomelloso. Hasta el feudo tomellosero acudieron cerca de un centenar de aficionados granota henchidos de ilusión con la que dieron batalla anímica desde las gradas a una afición local que respondió masivamente a la llamada de los suyos llenando a reventar la tribuna.

De inicio, Fran Sánchez dispuso los mismos hombres y dibujo táctico que tan buen resultado le había dado en la ida. A los diez minutos de juego, Chumi se internaba por banda izquierda hasta adentrarse en el área; su incursión era cortada por un defensa en una acción para la que el adjetivo de “claro” hacia el penalti que todo el mundo vio se quedaba corto. La grada se quedó en silencio ante lo sucedido, esperando el pitido de pena máxima. El equipo local parado, temiéndose lo peor. El colegiado, Castell Orozco, a punto de pitarlo o al menos eso delataba su actitud corporal. Sin embargo, algo debió hacer cambiar de opinión al juez de la contienda que terminó decretando saque de esquina. En la jugada posterior, en área contraria, un córner era rematado al segundo palo por Morales, quien libre de marca comenzaba a alimentar el sueño de la remontada.

El tanto local hizo despabilar a los cazalegueños, que pudieron encontrar botín en un par de saques de falta a los que Riza y Ollero no pudieron llegar de cabeza. Sería Borja Escoredo quien a la media hora de partido se internaría en el área cruzando ante la salida del meta Asenjo. Un empate que obligaba al Atlético Tomelloso a marcar, al menos otros tres y no encajar, para lograr lo que en esos momentos parecía una quimera.

A los tres minutos sucedería la jugada que marcaría el devenir del partido, cuya incidencia pesaría como una losa sobre los granota a medida que fueron pasando los minutos. Talyson veía la segunda amarilla en una jugada intrascendente; posiblemente ésta sí sería merecedora de sanción. La primera, como mínimo, cuestionable.

Juntó filas y se rearmó atrás el equipo de Fran Sánchez que pudo incluso generar peligro con una contra en la que a Rubén Rivera se le hizo larga la distancia para encarar en el uno contra uno y se quedó sin opciones. Con un cabezazo peligroso de Gallego, el delantero centro tomellosero, terminaría una primera mitad en la que el gol del “killer del Carpio” era un auténtico tesoro a conservar.

Tras la reanudación, Fran Sánchez apostó por mantener en el campo a los mismos diez hombres que habían finalizado el primer acto. El Atlético Tomelloso sacó todo su catálogo de balones colgados de todos los colores, que eran repelidos no sin esfuerzo por los Riza, Ollero y Nombela, que tenían que multiplicarse en labores defensivas. Al cuarto de hora, Gallego recogía el rechace de un disparo y lo embocaba en la portería de Aparisi para volver a espolear a los suyos.

Media hora por delante para soportar el asedio tomellosero, que tenía claro cuál era el camino más directo para intentar lo que todavía estaba lejos: balones a la olla. Tan simple como efectivo. Sin embargo, los minutos pasaban, el CD Cazalegas-Ebora Formación conseguía defenderse, pero era evidente que el oxígeno y el físico comenzaba agotarse en unos jugadores granota que apenas podían mantener la posesión y que a la mínima enviaban el balón lo más lejos posible de su área.

El partido avanzaba inexorable hacia el final; las prisas generaban imprecisiones en el Atlético Tomelloso, el juego se interrumpía de manera constante y el desenlace apuntaba a caer del lado visitante. Juanfri había entrado mediada la segunda parte en lugar de Rober y Fabio Henrique a diez minutos del final sustituyendo a un Borja

Escoredo sensiblemente mermado en lo físico. Cuando el encuentro agonizaba, Morales largó un zurdazo desde el pico del área que se coló por la escuadra de Aparisi; ese típico disparo que de cien intentos te entra uno… Ayer era el día del uno.

Con los cazalegueños en estado de shock, el Atlético Tomelloso olió la sangre. Había que tirar de escuela, de experiencia, de ese otro fútbol tan necesario en estas situaciones… pero a los cazalegueños hacía un par de minutos que la situación les había sobrepasado. Un par de balones colgados después, una segunda jugada permitía que Sergio Madrid rematara a la media vuelta y batiera por bajo a Aparisi consumando la remontada y despertando del sueño a los visitantes.

A partir de ahí, la locura en las gradas del “Paco Gálvez”. Enganchones entre los dos banquillos. Aparisi expulsado en la última jugada del encuentro… El árbitro que se quita de en medio evitando un descuento sobre el descuento que no se había jugado... Daba igual, el sueño se toda una temporada se había esfumado en apenas cinco minutos. Una lección dura, pero que a buen seguro hará que este equipo, que esta familia, se levante, se rearme, se fortalezca y, en breve, encare un nuevo proyecto que seguro volverá cargado de ilusión.

 
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