La Fiscalía pide 13 años de cárcel para el acusado de agredir a un médico y a un celador en Santander
El acusado causó varias lesiones a los agredidos entre ellas en un ojo con pérdida de visión del 50 %
Centro de Salud de Los Castros en Santander
Santander
La Fiscalía de Cantabria pide 13 años de cárcel para la persona acusada de agredir en 2022 en el centro de salud de Los Castros de Santander a un celador y a un médico, al que causó varias lesiones, entre ellas en un ojo con pérdida de visión del 50 %.
En el escrito de calificación provisional del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso EFE, se achaca a este hombre dos delitos de lesiones y otro de atentado a la autoridad.
Además de la pena de prisión, la Fiscalía reclama que indemnice al celador con 15.300 euros y al médico con 124.000 euros, cantidades de las que el Servicio Cántabro de Salud es asimismo responsable civil subsidiario.
Según el relato de los hechos del Ministerio Fiscal, en mayo del 2022, el acusado y su madre acudieron al SUAP del centro de salud de Los Castros para recibir asistencia médica.
La Fiscalía explica que, "tras un problema por el empadronamiento del procesado que impedía que fuese atendido en el centro", se inició una discusión entre esta persona y el celador.
El acusado "metió su brazo por la pantalla protectora con intención de agredirlo", lo que motivo que el médico que se encargaba en ese turno del servicio de urgencias interviniese "para evitar esa agresión".
"En este momento, el acusado, con ánimo de atentar contra la integridad física del médico y a sabiendas de su condición de personal sanitario, le asestó un fuerte cabezazo, le tiró al suelo y a continuación le dio varios puñetazos en la cara", relata la Fiscalía.
Y cuando el celador acudió en ayuda del médico el procesado, "con idéntico ánimo, arremetió contra él, dándole varios puñetazos en el rostro".
Además, cuando el facultativo se levantó del suelo e intentó sacar al acusado del centro para cerrar las puertas "y evitar más agresiones", el procesado "lo sujetó entre las dos puertas correderas y volvió a darle varios puñetazos en la cara".
La agresión terminó "cuando por el resto de personal consiguió que los acusados abandonasen el centro", dice la Fiscalía.
Después, y cuando una de las enfermeras salió para recriminarles su conducta, la madre, también procesada, con ánimo de amedrentarla le dijo: "vosotros sí que no sabéis lo que habéis hecho, no vais a salir de aquí, os voy a prender fuego al chiringuito con todos dentro".
La madre, también procesada
Por estos hechos, la madre también está acusada por un delito de amenazas, y la Fiscalía pide para ella 600 euros de multa.
A consecuencia de los hechos, el celador sufrió lesiones consistentes en rotura completa aguda de tendón del bíceps derecho y contusiones en articulación témporo-mandibular y en el pabellón auricular. Precisó intervención quirúrgica, inmovilización con yeso, cabestrillo y rehabilitación, con 140 días impeditivos y un día de hospitalización.
El médico tuvo lesiones como un importante edema, hematoma y enfisema en la zona del ojo, con fractura desplazada de huesos nasales. Sufrió pérdida de visión, edema retiniano postraumático, hipertensión ocular, y trastorno de estrés postraumático.
También dolor en la zona del músculo trapecio y otras policontusiones menores.
Requirió para su curación, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico posterior consistente en antiinflamatorios, antibióticos, antidepresivos, ansiolíticos, colirios de todo tipo, psicoterapia, hipnóticos, y 300 días impeditivos de curación.
Por estos hechos, la acusación que ejerce el Colegio de Médicos en este proceso solicita doce años de cárcel para el acusado e indemnizaciones
