Vicente Trueba: "En el Cabildo seguimos como hace 17 años, todo está súper parado. Se te cae el alma a los pies"

Santander

Vicente Trueba es vecino del barrio de El Cabildo. De toda la Vida. Aquí nacieron su padre y su abuelo. Y a él le trajeron al barrio nada más nacer. "Todos los recuerdos que tengo de mi niñez son de la calle Alta y El Cabildo". Por eso es una de las personas idóneas para dar un paseo por sus calles y comprobar cómo está El Cabildo diecisiete años después de la tragedia que dejó marcado al barrio y a toda una ciudad.

Esa tarde del 8 de diciembre de 2007 era sábado. Día de la Inmaculada. El día en el que se derrumbó el número 14 de la Calle Cuesta del Hospital.

En ese terrible suceso perdieron la vida tres personas: Gumersinda Colmenero, su hijo, Jesús Manuel Gómez Colmenero, y un amigo de la familia, Raúl Teodoro Monzón.

Vicente era propietario de uno de los bajos del edificio que se derrumbó y tenía previsto abrir un negocio. "Tengo los pelos de punta todavía y han pasado diecisiete años ya", reconoce emocionado frente al mural que recuerda a las tres víctimas. "Esa tarde me llamaron diciendo que se había caído un edificio y que estaban tratando de localizar a los propietarios que figuraban en el Catastro, para ver si estaban dentro o estaban bien. La pérdida de Sindi, Chuchi y Raúl fue muy dolorosa y además supuso una pérdida de ilusión muy grande".

Según Vicente, todo sigue en el mismo punto que hace diecisiete años: "Todo sigue igual. Está todo súper parado. Esto no evoluciona" y reconoce que los vecinos afectados siguen esperando a recuperar sus viviendas "por eso mantenemos el solar, porque estamos esperando a que el nuevo PGOU permita construir para volver a tener un piso, que es lo que teníamos, no pedimos más".

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Caminar por El Cabildo junto a Vicente es hacerlo con una persona muy conocida y muy querida. Su carácter abierto, extrovertido y cariñoso, se une a que regenta una tienda de ropa en la calle Isabel II (muy cerquita del barrio).

"Se te cae el alma a los pies"

Según paseamos, los recuerdos se van agolpando en su cabeza. Nos recuerda que en la confluencia de las calles San Pedro y Cuesta del Hospital estaba la carbonería de Gelín, y de su difunto padre: Ciriaco. "Me quedo flipando con esta calle, porque sólo queda un edifico en pie, el que tiene el cartel del antiguo "Sube y Baja", la calle donde estaban las prostitutas". Y claro, a ellos les conocían en la zona porque eran vecinos y jugaban en la calle todos los días y "cuando pasabas por esta calle te daban patadas y te decían: "¡arranca, no pases por esta calle, niño!".

Vicente recuerda que hace 30 y 40 años, al ser un barrio tan céntrico, era un barrio muy transitado y nos cuenta su vida enumerando las tiendas y negocios que había. "Estaba la panadería de Cristina, la mayoría de los bajos eran bares y mesones; en la esquina estaba la tienda de chuches; enfrente estaba la mercería donde comprábamos las gomas para hacer los tirachinas. Más arriba estaba la tienda de comestibles de Isabel. Y un poco más arriba, cerca del Parlamento, estaba Dámaso el zapatero, que como buen zapatero era cojo. Y también había pubs, discotecas... la vida era ebullición en esta zona".

"Ahora con todos esos edificios derruidos, con tanto terreno sin edificar y vallado, se te cae el alma a los pies", afirma Vicente.

Hay quien dice que para atrás, ni para coger impulso, pero parece que es inevitable para Vicente recordar lo que había y ya no hay, "parece mentira lo maravilloso que era este barrio y lo dejado que está. Tengo recuerdos fantásticos de los cientos de trabajadores de Tabacalera en la calle Alta. Aún recuerdo los pitidos de las horas de entrada y salida. Un mar de batas azules inundaba las calles cuando salían al bocadillo"

Vicente sigue viviendo en el barrio. Muy cerquita de la casa más antigua de Santander, que está en el 28 "y que tiene más de 130 años y que está blasonada".

Fue bautizado por el Padre Penagos en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, que está frente a los juzgados. "Mi barro es el Cabildo y se formó por las personas, principalmente pescadores, desde que Santander aparece como ciudad".

Hoy en día sigue creyendo en un futuro para su barrio. "Tengo fe, que es creer en aquello que no se ve, y esperanza, que es lo último que se pierde".

Comisión mixta, en abril

La última vez que el equipo de gobierno hablaba sobre la zona fue a mediados de febrero, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, presentaba el plan municipal de vivienda 2024-2027 y aseguraba que antes de que terminará ese mes, en referencia a febrero, se celebraría la comisión mixta del Cabildo de Arriba con el nuevo consejero de Fomento, un órgano donde decía se iban a darán soluciones. A pesar de ello, no ha sido así. En Hoy por Hoy Cantabria el concejal de Fomento, Agustín Navarro, ha anunciado que, finalmente, será en en abril cuando se reúna ese órgano en el que están representados las 3 administraciones: Ayuntamiento de Santander, Gobierno de Cantabria y Gobierno de España. Previamente se están manteniendo reuniones, para, dice Navarro, evitar que ocurra como ha venido pasando "que lo planes de protección que se sacan adelante no avanzan en la rehabilitación del barrio".

Navarro ha añadido que al no haber una herrramienta urbanistica ya que el actual plan general no contempla poder urbanizar en este barrio, la forma de actuar pasa por una modificacion puntual del plan actual.

Desde el grupo municipal socialista, el portavoz Daniel Fernández, explica que no se avanza en el Cabildo ya que no hay periodicidad en las reuniones de la comisión mixta y plantean que el Ayuntamiento realice un registro de solares vacíos para que los promotores con interés en la zona puedan actuar.

Y Felipe Piña, portavoz del grupo municipal del PRC considera que la gestión urbanística del Ayuntamiento es de abandono y critica que todas las figuras que se han aprobado no han dado solución. Tambien aboga por una modificación del plan general como solucion intermedia que permita avanzar en la reurbanización del barrio

Hay promotores que se han hecho con terrenos pero sin embargo, no se han animado todavía a edificar en ellos, sobre esto, el concejal desconoce el motivo, para la oposición el motivo es la especulación.