Así es el modelo al que mira la Consejería de Educación de Cantabria para sacar los móviles de aulas y recreos
El director del IES Montesclaros en Reinosa, explica en la Cadena SER como han logrado que ni alumnos, ni profesores utilicen el móvil en los centros educativos y lo que ha mejorado la convivencia
Santander
Una vez que la Consejería de Educación de Cantabria ha incluido en las instrucciones del inicio del nuevo curso que acaba de comenzar una importante novedad como es, recomendar a los centros que no se permita usar el móvil en horario lectivo, surgen dudas de cómo realmente se puede articular esa medida.
"No somos partidarios de prohibir, porque prohibir seria dar la espalda a la realidad y algo muy problemático, logísticamente e incluso legalmente, ha explicado en la Cadena SER, el consejero de Educación, Sergio Silva.
"Las instrucciones que les hemos dado, es que presten atención a este asunto y que lo regulen en las normas de organización, funcionamiento y convivencia de los propios centros. Hay que tener en cuanta que los centros tienen autonomía y dentro de esas normas podrían regular, como muchos centros ya hacen, este tipo de asuntos. Les hemos recomendado que no se utilice el móvil en las horas lectivas, a excepción de que se use como herramienta educativa ya prevista y que tampoco se empleo en los recreos, con el objeto de fomentar esa convivencia entre los alumnos", aclara Silva.
"Somos partidarios de que sean los propios centros los que lo regulen, tenemos numerosos ejemplo, hay centros que son espacios libres de móviles, otros lo regulan, otros no lo han abordado, pero lo más prudente es plantear el asunto ,recomendar que no se usen y que sean los centros los que establezcan sus propias normas", añade.
La Consejería de Educación se ha fijado en el modelo que se implantó en el IES Montesclaros en el curso 2018-2019 y que ha resultado exitoso, en cuanto al grado de cumplimiento y mejora de la convivencia. "El modelo lo importamos de Cataluña se llama "centros libres de móviles", y desde que lo diseñamos hasta que lo pusimos en marcha, nos llevó seis meses, hay que hacer un proceso de concienciación a las familias, que están muy agradecidas, dicho sea de paso. Hay que hacer un proceso de sensibilización con los chavales, no se puede decir desde mañana no podéis traer el móvil, hay que implicar al profesorado que también es reticente", explica Garcia.
La primera idea que resalta Garcia es que no se debe de prohibir su uso, sino hacer pedagogía sobre los beneficios de esta medida, asegura el director de este centro que recuerda que convertirse en un espacio libre de móviles fue una decisión del equipo directivo ya que a pesar de que su uso no estaba permitido en las aulas, " en los pasillos aquello era un no vivir, con el móvil todo el mundo, en los recreos, nadie jugaba, todos estaban con el móvil", recuerda.
"Nos reunimos con todos, hubo sus más y sus menos, había reticencia, porque la medida no era exclusiva para los alumnos, el profesorado y el resto de trabajadores del centro también tenían que participar y no usar su teléfono. Los docentes tienen el compromiso de utilizarlo solo, en salas de profesores y despachos, ni en pasillos ni en las clases, los alumnos tienen que ver que nosotros cumplimos, somos todos iguales".
"También hubo que implicar a las familias", recuerda Garcia, "de hecho cada curso se renueva un acuerdo con ellas en las que se asumen varios compromisos. Ellas firman que en el domicilio familiar haya también unos horarios que regulen su uso, el alumno no puede dormir en la habitación con el móvil, deben retirarlo en las horas de estudio y de las mesas, es decir, en las horas de las comidas. De hecho, las familias están encantadas".
El reglamento del Montesclaros recoge que en primero de la ESO, los alumnos no pueden llevar el móvil al centro y a partir de segundo curso aunque lo hagan, no pueden usarlo. También, se establecen las sanciones si alguno no cumple, si el alumno lo utiliza en clase, se le retira durante una semana y es custodiado bajo llave en dirección, una sanción que, en todo caso, puede ser conmutada por el alumno por otro tipo de penalización.
Norberto Garcia, explica que las ventajas son muchas desde que son un centro libre de móviles. Se han reducido los conflictos y mejorado notablemente la convivencia, también la atención del alumnado y el juego ha vuelto a los recreos, además de los deportes. Por ello, celebra la decisión de la Consejería de Educación y recuerda que su modelo está a disposición de todos los centros que quieran replicarlo. De hecho, ya lo han hecho, siete centros en Cantabria.