Cantabria es una de las tres regiones más afectadas por los efectos de la guerra
Estas autonomías son las que más dependen del consumo con respecto a la inversión y a las exportaciones
Trabajadora de industria en Cantabria
Santander
Asturias, Cantabria y Extremadura son algunas de las autonomías que pueden verse más afectadas por la guerra en Ucrania, según ha explicado este lunes el director de coyuntura económica de Funcas, Raymond Torres, en la presentación de las previsiones económicas de las comunidades autónomas para 2023, en Vigo.
Estas autonomías son las que más dependen del consumo con respecto a la inversión y a las exportaciones y, además, no disponen de un sector de bienes de equipo "tan potente como el País Vasco o Navarra", lo que les impide beneficiarse del "tirón de los fondos europeos", que son en 2023 el "principal motor de crecimiento junto a las exportaciones".
Torres ha explicado que esto se debe a "factores estructurales", no a políticas puntuales, y ha puesto como ejemplo que estas regiones tenían en 2020 un sector agroindustrial "que les permitía superar la pandemia mejor que el resto de territorios".
Como ha indicado el director de coyuntura económica de Funcas, este año el consumo se va a ver "mucho más debilitado" por las consecuencias del conflicto en Ucrania, por "la inflación, la erosión de poder adquisitivo y el debilitamiento del consumo privado".
A la presentación de las previsiones también han acudido el director general de Planificación Estratégica de ABANCA, Pedro Veiga, y el director general de Funcas, Carlos Ocaña.
Producción industrial
Cantabria es una de las seis comunidades autónomas en la que ha bajado en enero, respecto al mismo mes de 2022, la producción industrial, mientras que en el conjunto del país ha vuelto a tasas positivas tras dos meses en negativo y ha aumentado un 1,2 por ciento.
Según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la reducción de la producción industrial en Cantabria, un 0,9 por ciento, es la menor de todas las comunidades donde ha bajado ese indicador, que refleja un -13,5 % en Murcia, un -12,6 % en Asturias, un -11,1 por ciento en Andalucía, un -3 % en Baleares y un -1,7 % en la Comunidad Valenciana.
En el resto de comunidades subió, con Extremadura a la cabeza con un crecimiento del 24 %, seguida de Madrid (10,1 %) y Castilla y León (6,8 %), aunque aumentó de forma moderada, por debajo del incremento de la media nacional, en el País Vasco (0,2 %) y La Rioja (0,6 %).
Por sectores económicos, en el conjunto del país han tirado al alza del indicador en enero los bienes de consumo duradero, que suben un 11,8 %, y los bienes de equipo, que aumentan un 8,6 %, seguidos por los bienes de consumo no duradero, un 3,2 %, mientras que bajan la energía, un 3,4 %, y los bienes intermedios, un 2,5 %.
Enero presenta una tasa positiva tras dos meses en negativo: noviembre (un 1,4 % menos) y diciembre (3,1 % menos), y vuelve a la tendencia alcista de seis meses que comenzó en mayo de 2022 (6,9 %).
Por actividades, las que más influyeron al alza fueron la fabricación de material y equipo eléctrico (25,7 %) y la fabricación de productos farmacéuticos (19,7 %), mientras que tiraron a la baja la industria de la madera y del corcho, excepto muebles y cestería, que bajó un 25,4 %, y otras industrias extractivas, que bajaron un 12 %.
Una vez corregidos los efectos estacionales y de calendario, el índice de producción industrial (IPI) bajó un 0,4 % respecto al mismo mes del año anterior, una tasa que es 1,1 puntos inferior a la registrada en diciembre.
Por sectores, y en índices corregidos, suben los bienes de consumo duradero (7,3 %), los bienes de equipo (6,4 %) y los bienes de consumo no duradero (1,7 %), y bajan los bienes intermedios, un 4,1 %, y la energía, un 3,8 %.
En tasa mensual, la producción industrial bajó un 0,9 % en datos desestacionalizados, 1,7 puntos inferior a lo observado en diciembre, y no bajaba tanto desde julio del año pasado, detalla el INE.
La tasa anual de la producción industrial aumenta respecto a enero de 2022 en 11 comunidades autónomas y disminuye en las otras seis.
