Cantabria contará el próximo curso escolar con dos unidades terapéutico educativas
El objetivo es abordar la salud mental que presentan los jóvenes cántabros a raíz de la pandemia
Archivo- aula de Primaria / RA
Santander
El curso escolar 2022-2023 comenzará con la creación de dos unidades terapéutico-educativas con 9 profesionales tanto sanitarios como educativos para abordar la salud mental en los centros escolares de Cantabria. A principios de año la consejería de Sanidad anunciaba un plan de salud mental en conjunto con Educación para abordar los trastornos mentales que según han observado han aumentado entre los jóvenes cántabros a raíz de la pandemia.
Las dos unidades tendrán 9 profesionales especialistas en salud mental, tanto la unidad sanitaria que contará con un psiquiatra, psicólogo y enfermeros especializados, mientras que la unidad educacional contará con orientadores, especialistas en pedagogía terapéutica, y especialistas sociolingüistas y matemático científico.
“Es un grupo de profesionales que van a ayudar a trabajar la parte académica y sanitaria que elaborarán una respuesta multidisciplinar al menor”, según ha explicado en la Cadena SER Arantxa Martín, directora de la Unidad técnica de atención.
Protocolo
Las unidades se activarán en cuanto reciban un informe del orientador de referencia del centro en el que esté matriculado el alumno y también la valoración de la unidad de salud mental infanto-juvenil. Con estos dos informes, el comité de valoración, que establecerá los requisitos para acceder a estas unidades, dará el visto bueno y el alumno se trasladará al centro escolar donde se establezca el grupo multidisciplinar. Un centro de Santander, según la consejería. “El objetivo es normalizar la atención integral y que el alumno pueda regresar a su centro escolar de origen”, explica Martín.
Sobre los requisitos que deberá reunir el alumno, deberá presentar un cuadro de trastorno grave de conducta o de personalidad, siempre y cuando haya recibido la asistencia previa del equipo de orientadores y pedagogos de su centro escolar, y este servicio no haya podido conseguir avances en su recuperación. Es aquí cuando la unidad terapéutica coge el relevo.
“Esta medida es de carácter absolutamente extraordinario”, apunta Martín, por ello la ratio establecida es de 20 alumnos, 10 para las etapas de primaria, y 10 para las de secundaria. Será en septiembre cuando comiencen y a partir de su evolución y también las necesidades del alumnado cántabro, la consejería de Educación estudiará implantar más unidades de este tipo.
