Cantabria tiene 85 vacantes en residencias de mayores al tiempo que más de 200 personas esperan plaza
Julio Soto, director general políticas sociales, lo explica en Hora 14 Cantabria
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Julio Soto, residencias mayores
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Santander
Es la paradoja que se produce en la atención a la dependencia. Mientras Cantabria tiene en este momento unas 85 plazas vacantes en residencias de mayores, hay unas 200 personas esperando su entrada en una. El motivo es que esas personas, o sus familias, están esperando esa plaza en un centro concreto. Así lo ha explicado en Hora 14 Cantabria Julio Soto, director general de políticas sociales del Gobierno de Cantabria.
Esta semana el ministerio de Derechos Sociales dejaba sobre la mesa el acuerdo sobre el nuevo modelo de residencias y de atención a las personas con dependencia tras las críticas de varias comunidades autónomas y ha aplazado a junio la votación para seguir negociando el documento. Una decisión que ha contado con el apoyo de Cantabria. Soto ha hablado sobre esta decisión y sobre el momento que viven estos centros. El responsable de políticas sociales del ejecutivo cántabro ha defendido que estamos ante la definición de un nuevo modelo de cuidados en el que las residencias sean lo más parecido a “seguir viviendo en el hogar de cada uno y no a vivir en un hospital”. Una nueva planificación que no solo obliga a cambios organizativos, sino también, incluso en la estructura física de los centros, para que sean más pequeños y se reestructuren en unidades de convivencia más pequeñas, con más personal y, por tanto, más inversión económica.
El nuevo modelo de acreditación de centros y residencias reduce las plazas para hacerlos lugares más parecidos a los hogares y con un trato personalizado. También establece mayor número de trabajadores en función del número de residentes, así como las condiciones laborales y de titulación de los profesionales. La financiación del nuevo modelo, a través de los 483 millones de euros del nivel acordado que el Estado entrega a las autonomías, también había suscitado dudas en varias comunidades.
Los nuevos centros que se construyan deberán cumplir los requisitos de este nuevo modelo aún no implantado, pero el problema, según reconoce Soto, es que las que ya existen deberán adaptarse, entre ellas que las unidades de convivencia no sean mayores de 15 personas, según el borrador planteado por el ministerio. En todo caso existirá un periodo de adaptación hasta el año 2030.
Sobre las listas de espera, Soto ha explicado que están muy controladas, quitando Santander capital, donde no hay plazas vacantes y son necesarias unas 500 nuevas plazas. “Ahora mismo están en construcción varios proyectos que tienen intención de concertar con el Gobierno de Cantabria, por eso en el plazo de 2 años podría cubrirse esa demanda” en palabras de Julio Soto.