¡Lee a Galdós!
Habló siempre con pasión Yolanda Arencibia del escritor que tanto admiraba. Y ante quienes criticaban a Benito Pérez Galdós, por una cosa o por otra, ella terminada siempre del mismo modo: "A Galdós hay que leerlo. Lee a Galdós". Y en su esfuerzo por darlo a conocer y por restituir su figura, vilependiada por los poderes políticos conservadores y eclesiásticos, se convirtió en su principal biógrafa. Trató siempre de acabar con los prejuicios que se levantaron en torno a este canario universal, de los pocos, poquísimos, que han logrado una amplia proyección internacional.
Pero sería injusto dejar de lado el tiempo que también dedicó esta catedrática de Filología a ensalzar y difundir la obra de otros tantos autores canarios. Era, de hecho, una incansable promotora de nuestra cultura. Y supo aprovechar como nadie su brevísimo paso por la política, y los escasos recursos que le designaron, para dejar colecciones memorables.
Cuando una tierra pierde un referente así, no hay mayor homenaje que hacerle caso y leer más a nuestros escritores, especialmente a Galdós.