La guerra arancelaria de Trump no pasa desapercibida para Canarias
Sectores como el de la construcción o el del automóvil denuncian encontrarse en una situación parecida a la vivida tras la crisis del Covid-19
El sector de la construcción sigue sin levantar cabeza ante los sobrecostes desde la pandemia de Covid-19. EFE/ Antonio Garcia / Antonio Garcia (EFE)
Las Palmas de Gran Canaria
Incertidumbre e inquietud es lo que está generando en el Archipiélago la estrategia arancelaria de la nueva administración estadounidense, con una "situación similar a la vivida después de la pandemia de Covid-19, al no poder hacer presupuestos cerrados ante en el escenario de volatilidad de los precios". Así lo asegura Salud Gil, presidenta de la Asociación de Empresarios de la Construcción.
Este sector, el de la construcción, sigue sin levantar cabeza ante los sobrecostes desde los tiempos de la pandemia. A pesar del alivio de hace dos años, Gil advierte del incremento de costes de los materiales, un 26% en 2019 que se dispararon en los años posteriores, del aumento del los precios del transporte en un 24% o un 37% del de la energía, a lo que se suma el incremento del coste de la mano de obra, un 24%, según datos del sector.
Ahora el ambiente que se respira en esta actividad es similar a los años posteriores de la Covid ante la complejidad para presupuestar obras ante el escenario de volatilidad de los precios: "en la pandemia, se nos hacía un presupuesto que tenía viabilidad de 48 horas, porque en ese tiempo volvía a cambiar el precio".
"Hay empresas que tienen que denunciar a licitaciones importantísimas porque no encuentran mano de obra, que no pueden terminar sus viviendas por este motivo", afirma Gil, que añade que "si a esta situación le sumamos una incertidumbre a la hora de poder ofertar nuestros precios", la situación no es la ideal para el sector.
El sector del automóvil, afectado
Otro sector sensible a los aranceles es el del automóvil. Pese a que los propietarios de concesionarios no creen que haya un impacto directo en Canarias, si se muestran preocupados ante el alza generalizada de los precios de los vehículos por esta guerra comercial que desemboque en un descenso en el consumo.
Rafael Pombriego, vicepresidente de la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (FREDICA), asegura que "el impacto directo de los aranceles no afectará a Canarias, pero la fijación de aranceles puede generar efectos inflacionarios que afectará, en última instancia, a los consumidores".
Una situación enmarcada, además, en un escenario en el que las matriculaciones a particulares se ha frenados tras un periodo de mejora que se ha visto compensado por el fuerte ascenso de la venta de los coches de alquiler.
El sector vitivinícola, expectante
La construcción y el automóvil no son los únicos sectores afectados por la guerra arancelaria. Trump amenaza a Europa con aranceles de hasta el 200% al vino, al champán y a otras bebidas alcohólicas. Los dos productos que más exporta España son el aceite de oliva y el vino, lo que hace saltar las alarmas en el sector vitivinícola. España sería, así, el tercer país más afectado tras Francia e Italia.
Y dentro de España, Canarias exporta más de 140.000 botellas anuales a Estados Unidos, a unos 20 estados del país, facturando cerca de un millón de euros. Desde la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias, su presidente Juan Jesús Méndez, denuncia de manera tajante que, en caso de aplicarse esos aranceles, "la comercialización se acabó"
