Socialismo y nacionalismo canario: amor y odio
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La mirada de Marta Cantero: socialismo y nacionalismo canario: amor y odio
Fernando Clavijo ha salido, con su 'modo canario' de hacer política, satisfecho tras la reunión mantenida con la número dos de Pedro Sánchez: la ministra María Jesús Montero con la que el líder de Coalición Canaria suscribió el acuerdo de legislatura. Según él, "el Gobierno de España ha cumplido en un 90% la Agenda Canaria".
El porcentaje es bastante más elevado del que daría cualquiera que constrastara la literalidad de las medidas incluidas y su aplicación práctica. Sobre todo porque con presupuestos prorrogados y la reforma de financiación encallada, Canarias sigue recibiendo menos inversión de la que reclama.
¿Y qué decir sobre migración? Antes de entrar a la reunión denunció un bloqueo "intencionado" de la distribución de los menores migrantes, para volver a situarse ahora en el camino de la esperanza. Muchos refranes resumen esta relación de amor-odio del socialismo estatal y el nacionalismo canario, entre ellas dos: "obras son amores y no buenas razones" o "el movimiento se demuestra andando".
Porque una cosa es que el presidente del Gobierno canario sea políticamente correcto y le repugne la confrontación y otra, bien distinta, que trague con ruedas de molino.