Compensar la desigualdad

A Europa no le gustan las peculiaridades territoriales y tiene lógica su apuesta por armonizar  normativamente realidades diversas. De otro modo, se hace aún más difícil consolidar la Unión de 28 países.

Pero toda regla tiene su excepción, y hay casos en que se hace imprescindible aplicarlas para equilibrar ciertos desajuste. Entre ellos, el acceso a la vivienda, una prioridad de todo el continente. Que algunos territorios como Canarias tiene un cariz particular: la compra masiva de casas por foráneos por la sencilla razón de que su capacidad adquisita es mucho mayor que la nuestra.

Limitar su acceso no se entedería por tanto como nuestro privilegio y su discriminación. Sino con un modo de compensar la desiguadad. Europa, a regañadientes, sí acepta excepciones y Canarias tiene razones de peso para exigirla. Solo basta poner sobre la mesa de negociación, las cifras.