Amenazas, trabajos ficticios y aislamiento social: detrás de las redes que trafican con personas para explotarlas en España

Santa Cruz de Tenerife

La Policía Nacional ha desarticulado recientemente una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, tráfico de drogas y otros delitos en la isla de Tenerife. Fue a finales de febrero del año pasado cuando la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de (UCRIF) Santa Cruz de Tenerife recibió dos mensajes alertando sobre la presencia de una víctima de nacionalidad venezolana con la que los agentes lograron contactar a través de WhatsApp y obtener su declaración.

"Es un proceso largo porque la víctima está bajo amenazas y en situación de vulnerabilidad", ha explicado en la SER el inspector jefe de la UCRIF Jorge Bosque. Tras el aviso a través del teléfono de contacto y el correo electrónico habilitado, la Policía Nacional fue tirando del hilo hasta acabar efectuando registros en cinco inmuebles. Gracias a las pesquisas cuatro personas acabaron detenidas. Hasta 13 mujeres resultaron susceptibles de ser víctimas de trata de esta red, aunque finalmente fueron liberadas y consideradas como tal 6 de ellas, a las que la organización imponía deudas de hasta 6.000 euros.

El 'modus operandi' de las redes de trata

El inspector jefe ha desvelado los códigos que emplean estas organizaciones criminales para tratar y explotar a personas, mayoritariamente mujeres. Todo comienza en el punto de origen, donde captan a las víctimas ofreciéndoles un trabajo que acaba siendo ficticio: "Luego las condiciones laborales distan mucho de la realidad".

Es en origen donde comienza el trabajo de las unidades contra las redes de inmigración. En el caso de Canarias, Bosque señala como tarea fundamental la detección de víctimas desde el continente africano, a través de la Ruta del Atlántico. Además del traslado, el inspector destaca el aislamiento social como una de las claves que emplean las redes: "Las mantienen bajo su control a través de amenazas. Esta organización conocía el origen de estas mujeres en Venezuela, a sus familias".

Fase de negación y protección a las víctimas

La Policía Nacional y la Guardia Civil liberaron en el año 2023 a 1.466 víctimas de las redes de trata y de explotación sexual o laboral. Entre ellas se encontraban 18 menores de edad. Según el Ministerio del Interior, se efectuaron 409 operaciones y resultaron 923 personas detenidas, con la consecuente desarticulación de 109 grupos criminales. Para llegar a la liberación de las víctimas resultan fundamentales los canales de comunicación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Y es que muchas veces se tiene conocimiento de las organizaciones a través de denuncias anónimas.

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El perfil es "casi idéntico" en las víctimas. Según Bosque, "todas las personas tratadas, en el ámbito sexual y laboral, están situación de vulnerabilidad. Se aprovechan de ello para explotarlas". Una vez liberadas comienza el trabajo de protección: "Muchas de ellas están en fase de negación y los agentes tienen que hacer una labor de empatía con ellas y de demostrarles que están siendo tratadas". Para ello, la Policía Nacional cuenta con el apoyo de oenegés que las asisten y recuperan.

"Lo primero que se hace, con el protocolo contra la trata, es facilitarles una ONG que las atiende. Nosotros, en el aspecto de las diligencias policiales ocultamos su identidad de tal manera que en todo el proceso se garantiza su anonimato". Esta es la constante durante todo el proceso judicial: "Son acompañadas y en el juicio también se las oculta de la visión de los autores".

En 2023 el Consejo de Europa advirtió después de haber visitado España y tras varias entrevistas con autoridades nacionales, locales, representantes policiales y de oenegés de que el país sufre varias carencias a la hora de prevenir el tráfico de personas. También en su trato, en el proceso de identificación y de ayuda una vez que se encuentran en el país.