"Somos personas y no animales": una denuncia presentada por menores migrantes destapa presuntos malos tratos en un centro de acogida
Castigos desmesurados, malas condiciones en la alimentación, la ropa o el calzado, y situaciones de abusos por parte de los trabajadores, son algunas de las irregularidades denunciadas.
Las Palmas de Gran Canaria
Profesores del Instituto de Educación Secundaria El Batán observaron a principios de este curso un notable deterioro emocional entre la decena de menores migrantes que acudían al centro. Se mostraban "muy cansados, con sueño constante y abatidos manifestando que en el centro de acogida no los tratan bien". Los docentes del centro detectaron que las condiciones a las que acudían al aula no eran las adecuadas, "tienen poca ropa, en ocasiones vienen con ella rota o sucia".
"Un día me da por preguntarles por qué estaban tan casados, empiezas a indagar, y me comentan que se acuestan tarde, no descansan, les obligan a salir el fin de semana y no les dejan descansar", comenta Jennifer Vialard, profesora de apoyo de estos alumnos. A partir de ahí comienza a indagar sobre las causas que motivan ese cambio de conducta de estos "niños que son educados, trabajadores, son hormiguitas", asegura.
Descubre, a través del testimonio de estos chicos de entre 14 y 16 años, que en el centro de acogida Appi 13, gestionado por Asproinfa, están recibiendo un trato presuntamente vejatorio que está minando la moral de estos menores a los que les prohibe usar zonas comunes y deben estar encerrados en sus habitaciones. "Sólo pueden jugar a juegos de mesa en las habitaciones, no pueden hacer uso de las zonas comunes. Desde principios de octubre hasta ahora no pueden ver la televisión ni salir de su habitación", asegura.
Además estos chicos subsaharianos afirman que los trabajadores del centro de acogida tienen categorizado severos castigos.
Un estudiante aseguró que no le dieron comida durante un día completo, otro aseguró haber recibido insultos del presonal del centro cuando se quejaba de las condiciones y el trato. Incluso dos chicos que pidieron no realizar una actividad por no encontrarse bien fueron castigados retirándoles el móvil, causándoles una profunda angustia al no poder comunicarse con sus familias de sus países origen. "Es la única vía que tienen para poder seguir manteniendo contacto con la familia de su país, que tampoco entienden ni saben si están castigados. De repente, desaparece el contacto con su hijo y las familias también lo pasan mal mientras los chicos se agustian por esta situación", lamenta.
"Somos personas y no animales": Menores migrantes de un centro de acogida de la capital grancanaria denuncian malos tratos
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Otro de los episodios que llamó la atención al equipo docente del centro ocurrió en una de las actividades realizadas en el barrio sobre interculturalidad e integración, sin embargo "el alumnado no quiso participar al entender que las educadoras del centro de acogida también estarían presentes. Todos mostraron angustia y ansiedad, solo se incorporaron a la actividad cuando desde el centro educativo se les aseguró que sólo estarían acompañados por sus profesores del instituto".
Estos presuntos malos tratos llevó a uno de los menores migrantes, en representación de los diez chicos afectados, a presentar el pasado 5 de noviembre una denuncia ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la policía nacional en Las Palmas de Gran Canaria. Según ha podido saber la SER, el pasado viernes hubo una inspección por parte de la dirección general de Infancia del Gobierno de Canarias en ese centro de acogida para confirmar esas irregularidades en el trato a estos menores, a la que se suma otra visita realizada por la Fiscalía.
Santiago Moreno
Vinculado desde 2000 a la Cadena SER, fue nombrado Jefe de Informativos de SER Las Palmas en 2007. Ha...