"Tenemos un cerebro de exterior y pasamos el 90% del tiempo en interior", explica un arquitecto sobre la influencia de los espacios en nuestro bienestar

Santa Cruz de Tenerife

"La arquitectura influye muchísimo en nuestro bienestar", esta es la advertencia de Mario Cortés, arquitecto tinerfeño que ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Tenerife y ha puesto sobre la mesa cómo la arquitectura puede mejorar nuestra salud. Entre otras, los diseños sostenibles que estén adaptados a las necesidades de cada persona. Los expertos señalan que depende de cómo esté distribuido el espacio puede mejorar o empeorar nuestra salud. "Nuestro cerebro está programado para estar en la naturaleza y pasamos el 90% de nuestra vida en interior", asegura el arquitecto y celebra que gracias al avance de la ciencia hemos podido ir adquiriendo herramientas para entender qué es lo que necesita nuestro cuerpo.

Ya desde los años 80 hay estudios, según el arquitecto, que han desvelado que está demostrado que la recuperación de las personas hospitalizadas es mucho mejor cuando tienen vistas a paisajes con naturaleza. "Eso solo con la vistas, si hablamos de las paredes y las texturas que tenemos en la casa, es importante saber que los espacios con techos altos favorecen ciertas actividades", depende cada actividad, para algunas los techos altos no son tan favorables, asegura el experto. "Al cerebro le gustan las texturas", explica Cortés que en esa parte del cerebro donde está el sentido del tacto se activa solamente viéndolo. Puede ser producir comodidad o rechazo, realmente es una percepción visual que está conectada al tacto.

La felicidad y la arquitectura

El modelo de la felicidad de Mario Cortés parte de cinco dimensiones. El bienestar espiritual, físico, intelectual, relacional y emocional. Todo esto, desde la arquitectura, cómo salir de la zona de confort o ir a la zona de crecimiento, que es como le gusta llamarlos al arquitecto. Cortés destaca entre tantos, el bienestar intelectual porque asegura es muy importante. Cuando tenemos un conocimiento profundo sobre algo nos aporta mucha felicidad. También es imprescindible el bienestar relacional. "¿Cómo favorecemos las relaciones en la ciudad, en nuestro edificio o nuestras casas?", se pregunta el arquitecto que plantea como en las residencias de estudiantes los pasillos pueden influenciar en que los compañeros sean más sociales o antisociales. "Los arquitectos también tenemos el poder de sanar o de dañar, a pesar de que en la carrera nadie me hablo de este tema", cuenta el experto que además es necesario poner en valor las emociones que generan determinados espacios.

"Hemos comprado nuestra libertad con un coche pero realmente ir caminando a nuestro trabajo te da bienestar", de esta manera analiza el experto cómo hemos ido transformando nuestra ciudad, nuestra manera de vivir, de movernos y de socializar. Algo que para él, asegura, se ha ido convirtiendo en un retroceso en nuestra salud. En todo esto, también se encuentra la belleza, la oxitocina que genera ver un fachada que nos gusta, nos proporciona cierta felicidad. Y de esta manera recomienda "tenemos que centrarnos en la felicidad del ser humano, la salud, y despertar esta conciencia".