Sobre la situación
Clavijo será recibido por Sánchez en el mes de octubre en Moncloa, y plantea poner los incumplimientos de la Agenda Canaria sobre el tapete. Será como hablar de los incumplimientos de la ley de gravedad. Sin presupuestos, el presidente Sánchez carece de capacidad de maniobra. A Sánchez se le ponen las cosas difíciles para sostener el chiringuito. Sus ministros siguen manifestando que hay partido por delante, que sólo el PSOE puede evitar que el país se deshaga, y que no es imprescindible contar con el Congreso para gobernar, porque el presidente cuenta con los fondos europeos, y tiene por tanto bolsillo del que tirar para pagar lo que cuesten sus políticas de progreso, aunque el Congreso bloquee los presupuestos 2025.
Pero lo cierto es que gobernar se le pone cada vez más complicado: Sánchez organizó antes de acabar la pasada semana una ronda de entrevistas en Moncloa, para abrir la negociación bilateral con los barones del PP sobre la reforma del sistema de financiación. Estaba el hombre completamente seguro de que al menos algunos de ellos aceptarían asumir el concierto catalán a cambio de más pasta. Las reuniones con los dos primeros presidentes regionales, el gallego Rueda y el andaluz Moreno, han dejado muy claro que ninguno está por una negociación bilateral del sistema de financiación. Y aunque en Moncloa insisten en la posibilidad de llegar a acuerdos, se trata de mera literatura. Como lo es el próximo encuentro de Sánchez con Clavijo, dentro de la ronda negociadora sobre financiación. Sin el apoyo de Junts en el Congreso (no digamos el de Esquerra) el solitario voto de Cristina Valido es básicamente inútil.