El secreto del amor eterno de Joaquín y Consuelo: "Nos queremos aún más que hace 70 años"

Bodas de titanio. Es decir, 70 años casados. Se dice pronto pero construir una relación así es toda una hazaña. Y más cuando solo hay que ver cómo se miran para saber que la suya no es solo una historia larga, sino una historia de amor. Joaquín y Consuelo son la prueba viva de que dos personas pueden enamorarse y hacer que sea para siempre. Se casaron por poderes el 25 de abril de 1954 pero ese comienzo aparentemente tan poco romántico no es más que una anécdota. Hoy, con 95 y 93 años, se quieren como nunca... y como siempre.

Él estaba en Venezuela, trabajando, como tantos otros en aquellos duros años de mitad del siglo pasado. Ella seguía en su pueblo, donde se habían conocido, y se escribían cartas. "Todos los días", puntualiza Consuelo. Después de la boda por poderes, pasadas algunas semanas, Consuelo tuvo que enfrentarse a un viaje en barco de un mes para llegar al lado de su marido en Caracas. Pero desde entonces, ya no volvieron a separarse. "De los 70 años, 15 nos los pasamos recorriendo toda Venezuela, a donde me iban enviando a trabajar; mientras los niños fueron pequeños, toda la familia se podía manejar y a Consuelo le gustaba".

Consuelo no aparta los ojos de su marido. Se emociona y hasta se le humedecen los ojos. Hace muy pocos días estuvo ingresada a causa de una operación y no soportaba estar lejos de él. "Los médicos querían que siguiera en el hospital 10 días o más pero ella les dijo que no, que quería estar conmigo, así que la tuvieron que dejar salir antes de tiempo", explica Ignacio.

¡Más que antes!

Consuelo tiene algunas dificultades para hablar en estos momentos pero es rapidísima en responder afirmativamente cuando le preguntan si continúa enamorada de Joaquín. Él lo corrobora con palabras, pero en realidad, no hace falta. Lo que dice salta a la vista en cada uno de los gestos que comparten. "Ya lo creo que seguimos enamorados, ¡más que antes!", apunta, "estamos muy felices de llevar tantos años amándonos como el primer día o incluso más".

Todos los que los rodean perciben la enormidad de los sentimientos que unen a estas dos personas. Marina, la trabajadora social que atiende el centro, asegura que siempre están juntos y que el cariño que sienten el uno por el otro es evidente.

Con los años se han enamorado cada vez más y de muchas formas. Mientras cuentan su historia, las manos de Consuelo agarran con fuerza las de Joaquín mientras él la acaricia y la calma. Al preguntarle si quería sentarse más cerca de Joaquín, asentía y con sus manos intentaba alcanzar las suyas. La gran pregunta es cuál es el secreto para seguir enamorados, 70 años después, como el primer día. Para Joaquín, es ser realista y amar dando todo lo que se tiene, siendo generoso y recibiendo lo mismo que da. Y todo esto sin huir de las diferencias, ni las discusiones, "cuando cometes un error lo admites, además hemos sido fieles toda la vida", apunta Joaquín con una sonrisa,

Sorpresa

Aunque Consuelo no lo sabe, sus tres hijas y nietos, que vendrán desde otras islas para la ocasión, les están preparando una fiesta para celebrar esas siete décadas de amor que tanta admiración causan a todo el mundo. Lo que les hubiese encantado habría sido poder tener una ceremonia, después de tantos años, en la que un sacerdote pudiese celebrar el matrimonio uno frente a otro, ya que al haberse casado en su día por poderes, han querido siempre poder compensar ese momento que se perdieron. Sin embargo, el delicado estado de salud de Consuelo, tras su operación, no ha acompañado y, de momento, van a tener que posponerl de nuevo. Ciertamente, no se puede decir que les haga falta para ser una pareja envidiable.