El bucle canario

No teman si vieron al Pedro Anchieta campus universitario arriba, porque no se trata de otro caso de la incapacidad de esta tierra para retener talento, sino que el Santo patrio vuelve a ubicarse en las inmediaciones de la rotonda que casi siempre habitó. Cuestión distinta es que, dada la proximidad del Aeropuerto Norte, el hombre incumpla aquello de que “se tiene más paciencia que un santo”, y decida agarrar un pasaje, subirse a un Binter y mandarse a mudar a unos de esos destinos internacionales que ofrece la compañía aérea canaria.

Tal posibilidad no resulta descartable dada la sensación de existencia en bucle que acompaña al almanaque de esta tierra siempre en plena confrontación por el asunto que sea. Así que, si Anchieta, defensor de los pobres que cantan Los Sabandeños, se marcha hastiado del terruño en un Binter, le recuerdo que no deje atrás la chocolatina Tirma que le corresponde, que no están los tiempos para renunciar a nada.

Resumiendo, que esta semana que galopa al fin del mundo que parece ser que será la manifestación del próximo sábado, es una más dentro del tradicional marco de discrepancia y falta de diálogo entre los encartados a realizar propuestas, los llamados a escuchar las positivas y a ejecutarlas.

Insisto en el planteamiento de que aquí no se convive, aquí se vive contra alguien y ello se produce en todas las direcciones.

Otra cosa, permítanme invitarles a no caer en el efecto óptico que les puede hacer sucumbir a la impresión de que repentinamente se están construyendo viviendas sociales como se no hubiera mañana.

De repente, ahora nos anuncian la construcción de cuatro viviendas por aquí, otras 24 por allá y brotan proyectos como setas anunciando la próxima aparición de millares de casa de carácter social.

Si nos dejamos arrastrar por esta propagandística sensación de ruido de concreteras sin descanso, terminaremos convencidos de que habrá que cazar al lazo gente para meterlas en las nuevas edificaciones porque van hasta sobrar viviendas.

Aquí, somos como los coches de Fórmula 1, pasamos de cero a 100 en segundos, o por lo menos eso nos quieren hacer creer.

De todas formas, cierro estas líneas habladas de hoy expresando mi decidido deseo de conocer a ese funcionario de nuestra administración que ha presentado él solito en el área del Servicio Canario de la Salud el 85 por ciento de las reclamaciones a través del Comisionado de Transparencia.

No todo está perdido.