La ruta canaria, la más mortífera del mundo, continúa demostrando su dureza. Esta vez con los protagonistas de la que, se cree, podría ser la última tragedia migratoria en esta zona del océano Atlántico. Unos pescadores, que se encontraban faenando en la costa de Salgado, al norte de Pará (Brasil), fueron los que se toparon con el macabro hallazgo. Habían localizado una pequeña embarcación con nueve cadáveres a bordo en avanzado estado de descomposición y otro flotando muy próximos a la barcaza. Tras dar aviso, las autoridades brasileñas se han hecho cargo de una investigación que ya ha empezado a dar sus primeros resultados. Por el tipo de barca y sus colores, se barajó desde un primer momento que la expedición podría haber partido desde las costas de Senegal o Mauritania atravesando, por tanto, la ruta canaria. Aunque algunos medios cariocas apuntaron también a que podría tratarse de un grupo de refugiados haitianos, la ONG Caminando Fronteras avisó de que familiares de los posibles fallecidos identificaron, tras ver las imágenes del cayuco, que era la embarcación a la que se habrían subido algunos de sus allegados desde la costa africana occidental. Personal marítimo, encargado de remolcar la embarcación y, trasladar los cadáveres al instituto de medicina legal, han confirmado que, por su avanzado estado de descomposición, podrían llevar «más de un mes» navegando sin rumbo. Otro de los datos que también se ha conocido en las últimas horas lo ha sacado a la luz la documentación que portaban nueve de los integrantes de esa expedición. Según un comunicado divulgado por la Policía Federal, los documentos y objetos encontrados junto a los cuerpos señalan que las víctimas serían emigrantes del continente africano, de la región de Mauritania y Mali, aunque no es posible descartar la existencia de personas de otras nacionalidades”. Además, por lo que señala la Marina brasileña, se descarta que la barca, de fibra de vidrio y 13 metros de eslora, naufragara, ya que no disponía de motor o de otro sistema de propulsión. A pesar de las enormes distancias que separan a Canarias de Brasil, no es la primera vez que se producen tragedias de este tipo con embarcaciones que han intentado llegar a las Islas desde la costa africana y que han perdido completamente el rumbo. En junio de 2021, y después de la investigación de Associated Press, se supo que un cayuco arribó a Trinidad y Tobago, en el Caribe, con 14 cadáveres. Tras recomponer el puzle, hablar con familiares y seguir el rastro de la tarjeta SIM de algunos de sus ocupantes, la agencia de comunicación pudo identificar a 33 de los 43 jóvenes que se subieron a esa embarcación desde Mauritania, Malí y Senegal con el deseo de llegar a Canarias sin que tuvieran éxito.