Desahucio masivo de 90 familias en Tenerife sin alternativa habitacional: "Les podemos dar dinero, pero no hay vivienda"

Santa Cruz de Tenerife

La escasez de oferta de casas, la saturación de los recursos de acogida y la alta temporada turística imposibilitan dar una alternativa habitacional a unas 90 familias que este martes serán desahuciadas de un edificio inacabado en Costa del Silencio (Arona, Tenerife) por riesgo de derrumbe en la infraestructura. Así lo reconoce la propia concejala de Servicios Sociales, Ruth Martín, explicando que llevan desde el pasado 6 de febrero buscando sin éxito un alojamiento para las cerca de 150 personas que estiman que se encuentran en situación de okupación del inmueble.

Entre los afectados se encuentran familias completas, menores de edad, enfermos, mayores o solicitantes de asilo político a la espera de resolución. "No sabemos exactamente con el número de personas que nos vamos a encontrar el martes", señala la concejala apuntando a una "casuística muy variada". Debido a la presencia de niños ya se ha activado desde el Ayuntamiento de Arona a la Unidad de Infancia del Cabildo de Tenerife para actuar este martes cuando se efectúe el desalojo.

Sin alternativa para 150 personas

La concejala asegura que no se trata de un lanzamiento al uso ya que habitualmente los juzgados atienden los informes de vulnerabilidad de los Servicios Sociales municipales y frenan el desalojo. En este caso, sin embargo, la afectación del inmueble hace imposible la permanencia de las familias en su interior. "Difícilmente tendrán alternativa", admite Martín porque "hemos tocado las puertas de asociaciones, instituciones regionales e insulares, y todos los recursos que hay disponibles están saturados".

Añade otra variable, la temporada turística de invierno que tiene especial incidencia en los municipios del sur de Tenerife y que provoca que haya "casi un 100% de ocupación en hostales, pensiones y apartamentos".

"El reflejo" de lo que ocurre en Canarias

El Ayuntamiento rechaza habilitar un pabellón para que las personas duerman bajo techa ya que "es prolongar el sufrimiento" y desconocen cuánto tiempo tendrían que tener abierta esta alternativa. La edil concluye, por tanto, que las familias tendrán que recurrir a allegados para poder pasar la noche a partir de este martes. La única opción institucional, asevera, pasa por darles una ayuda económica a través del consistorio y del Instituto Canario de Vivienda para que puedan alquilar una casa. No obstante, especifica el gran inconveniente de la emergencia habitacional: "El problema está en que no hay vivienda".

Martín señala que este es un caso que ha trascendido a los medios de comunicación pero que no se trata de una excepción o anomía ya que el municipio enfrenta entre dos y tres desahucios a la semana de familias por el "grave problema de vivienda que hay". "Lo que quiero trasladar es que esto es el reflejo de lo que está sucediendo en Canarias a día de hoy", concluye, con escasez de oferta de casas y la carestía de las mismas: "Muchas personas optan por okupar inmuebles para no dormir en la calle con sus niños".