Respuestas inmediatas
El caso Koldo tiene empozoñada y empantanada a la política española. En consecuencia, la gestión de la cosa pública parece detenida en el tiempo, y ponerla en marcha parece más difícil que arrancar en segunda y cuesta arriba un camión de alto tonelaje. La gravedad de este episodio de la mamandurria con las mascarillas en la etapa pandémica, exige y requiere de respuestas inmediatas y tempranas por parte de quienes teóricamente están obligados a decir la verdad, que no son los investigados que cumplen con su vergonzoso papel de huir hacia delante, sino los responsables de la presencia de aquellos en la Administración Pública y de los intermediarios que hicieron el agosto mientras morían miles de personas y el resto de la población permanecía en arresto domiciliario preventivo.
Lo dicho, la política de este país parece establecida en una foto fija vociferante entre socialistas y populares acusándose recíprocamente de ser campeones del mundo mundial de la corrupción, lo que viene a ser algo así como lo del refrán aquel que dice: “Le dijo la sartén al caso”, porque la verdad es que están buenos populares y socialistas en asuntos de corruptelas para afirmar ambos tener “las manos limpias de rosquetitos”. Resumiendo, el caso Koldo y lo que se viene esta semana con el cierre del acuerdo entre PSOE y Junts para cerrar la amnistía de los catalanes, parece tener a buena parte de la clase política española mirando para los celajes cuando la casa, por diversidad de problemas existentes, unos por otros, está por barrer.
Así que a ponerse las pilas en la gestión y a dispersar la nebulosa que, aunque se va aclarando persiste en la mamandurria de las mascarillas, que hacer ambas cosas son perfectamente compatibles. Porque a los problemas diarios a los que se mide este país y sus habitantes, súmenle el aviso que ayer hacían medios nacionales de que debemos mentalizarnos para que un conflicto armado no sea una idea infundada dadas las pinturas de guerra que adornan los escudos de los países del continente europeo. Por si éramos pocos, parió la abuela
Lunes, 4 de marzo. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife