La vida de José María Ponce dio un vuelco el pasado 5 mayo de 2023 cuando se estampó contra un muro mientras competía en el Rally Islas Canarias, y cuando estaba en plena carrera electoral hacia la presidencia del Cabildo de Gran Canaria. Ese día quedará guardado para siempre en la retina de este experimentado piloto de 68 años, que hacía dos había decidido retirarse, pero que cambió de opinión, precisamente, para participar en este rally del Campeonato de Europa que acoge su isla natal. En cuestión de segundos, en un tramo que atravesaba el municipio de Gáldar entre Fagajesto y Juncalillo, el coche de este grande del motor se quedaba sin frenos, y no perdió la vida «de milagro». Así lo ha recordado Ponce en una entrevista en Hoy por Hoy el Drago visiblemente emocionado. Decenas de tornillos y placas le recorren todo el cuerpo. Han sido colocados en tres intervenciones quirúrgicas que todavía no le permiten «caminar adecuadamente». Ni cree que lo hagan. «Tengo las terminaciones nerviosas rotas y todavía no ha habido ningún médico que, a día de hoy, me haya podido asegurar que esto no va a durar para siempre», ha asegurado este piloto, que a punto está de cumplir 50 años en activo. Ponce, que estuvo tres meses ingresado en el hospital y 18 días en la UCI, ha decidido dar un paso hacia adelante y denunciar públicamente y en los juzgados lo que, entiende, fue una negligencia. «Siento mucho que esto ocurra, pero esto no puede volver a pasarle a nadie», defiende. El piloto asegura que «algo falló ese día» cuando «se tardaron tres horas hasta que entró en Urgencias». Y que, aunque ha callado «nueve meses para que esto no se supiera», es tan grave, que el organizador de este rally «no puede tener competencias para dirigir ninguna prueba deportiva más». El que fuera candidato de UxGC a las elecciones de mayo de 2023 indica que antes de dar este paso acudió a las federaciones de automovilismo y a la organización para que investigaran lo ocurrido. Sin embargo, como nadie hizo nada, «ya ha llegado el momento de mandar un burofax al organizador comunicando que iniciamos un procedimiento de denuncia». Según señala Ponce, fueron numerosas las irregularidades que se cometieron. No sólo la omisión de socorro, que esta tipificado como delito en el Código Penal, sino varios de los preceptos que se recogen en el reglamento de este tipo de pruebas. «El reglamento de cualquier prueba de automovilismo obliga a tener dos ambulancias en salida y allí no las había». Además, en el momento de un accidente, todos los vehículos sanitarios deben acudir al auxilio de las posibles víctimas y «mi ambulancia acudió a por mí 10 minutos después de la salida del último coche participante», señala. «Me encontró de casualidad porque salió con el coche escoba, porque ¿qué hubiese ocurrido si hubiesen habido 60 coches más para salir?», se cuestiona. Ponce, que estuvo dos horas dentro del coche atrapado y perdió el conocimiento por el dolor, defiende que el informe del director de carrera constata estas vulneraciones, «aunque es cierto que lo falsean». El primer piloto canario en ser campeón de España de rallies reconoce que se ha acostumbrado a un dolor permanente que sobrelleva gracias a los opiáceos y la morfina, medicamentos a los que recurre «para poder descansar cuando lleva noches sin dormir». Gracias al apoyo de su mujer y su hijo, Ponce ha sacado fuerzas para seguir adelante y confiar en que, «a pesar de que las máquinas le digan lo contrario porque tiene los nervios exactamente igual que el día del accidente», algo pueda cambiar en su cuerpo. «Yo lo noto», asevera con firmeza.