Políticos en su montaña rusa
La montaña rusa en la que anda subida la clase política, con la moral a ratos arriba y a ratos abajo en función de las circunstancias, ha tenido en las elecciones gallegas su punto álgido. Mientras el PSOE y Sumar andan con el rabo entre las piernas, lamiéndose las heridas; el Partido Popular está que se sale.
La euforia de los conservadores es tanta, que entiende su líder canario Manuel Domínguez, que "Galicia tendrá, por supuesto, efecto en Canarias". Desde luego no será en el Gobierno del que forma parte, pese al empeño de los populares de que Coalición Canaria se desmarque del acuerdo suscrito con Pedro Sánchez.
El impacto será mayor en el socialismo canario, que ha pasado de una legislatura en la que ha ostentado mayor poder territorial que nunca en las Islas, ha perder un buen número de instituciones y con ello su capacidad para colocar a toda su gente. Hay un efecto dominó que puede acelerarse ahora que Sánchez ha apuntado a la falta de liderazgo territorial como primera causa de la debacle electoral gallega.
En cualquier caso, las aguas bajan revueltas en el socialismo español y algo de esa marea se mueve también en Canarias baja la apariencia de un liderazgo públicamente incuestionado.