Alquiler vacacional de baja estofa
COMENTARIO CASTAÑEDA 20 FEBRERO
02:09
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Los urbanitas son la leche. Aman tanto el piche, el ladrillo o el papel asfáltico que recubre el suelo de las azoteas, que en ellas montan acampadas que son pretendidas imitaciones “low cost” del alquiler vacacional.
Entre risas, y encendidas declaraciones patrióticas proferidas contra la buena imagen de la capital que suponen las fotografías de las tiendas de campaña alquiladas al precio de 12 euros la noche en una azotea santacrucera durante la celebración del mejor carnaval del mundo, discurre otra jornada más en la que queda claro que dormir resguardado de las estrellas o del solajero propio este invierno disfrazado de verano, es cuestión harto difícil.
Hasta 30000 euros de sanción se afirma que le pueden caer a los emprendedores responsables de esta variante del astroturismo capitalino.
Yo ya no sé si tomarme este asunto a cachondeo, o ponerme trascendental y sumarme al grupo de indignados agrupados en torno al “Hasta aquí podíamos llegar”, porque las tiendas de campaña de este turismo de las estrellas de bajo coste suponen una afrenta para la imagen de la ciudad.
En todo este circo en cuya pista conviven risas y gritos indignados por el descaro recaudador de una señora a cielo descubierto, resuenan en mi destartalada cabeza los versos de Pablo Neruda que nos señalaban, que la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros a los lejos.
Prefiero la nostalgia poética que acuna a sonrientes e indignados por este alquiler vacacional de baja estofa convertido en noticia destacada en plena época de disfraz carnavalero, que abrir los ojos para mirar como en el Sur de la Isla proliferan los núcleos de chabolas habitados por gentes vulnerables esquilmados por estos tiempos de pobreza.
Nos detenemos en pequeños asuntos y nos perdemos en las cuestiones realmente importantes.
Martes, 20 de febrero Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife