Los jugadores del Molina Sport tendrán que asumir cuantiosas multas por su comportamiento incívico en el viaje de vuelta a Gran Canaria
Tras la celebración del título y ya en el viaje de vuelta desde Madrid a Gran Canaria, el avión que transportaba al equipo tuvo que desviarse a Sevilla por el mal comportamiento de algunos jugadores del club
Las Palmas de Gran Canaria
La situación vivida en el vuelo que enlazaba Madrid con Gran Canaria y que llevaba a los jugadores del Molina Sport, que acabo con el vuelo desviado su trayecto y aterrizando en el aeropuerto de Sevilla, puede tener consecuencias importantes a nivel penal. En estos momentos, los jugadores del equipo grancanario están en tramites de buscar un abogado que pueda llevar el caso que afecta a los siete implicados.
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) recuerda a todos los pasajeros que los comportamientos inapropiados durante los vuelos pueden acarrear multas de más de 5.000 euros y, en el caso de que la gravedad de los mismos suponga la desviación del vuelo, el coste de la misma lo tendrá que asumir el pasajero.
Los hechos tuvieron lugar en el vuelo de Iberia que tenía que aterrizar este domingo en Gran Canaria a las diez de la noche. Los expedicionarios del Molina Sport, según cuentan en el club, se separaron dentro del avión en dos grupos. Unos se ubicaron en la parte trasera del avión, y otros, los que formaron el alboroto en la parte delantera del mismo. Los jugadores continuaron con las celebraciones dentro del avión, lo que provocó las quejas de algunos pasajeros. De hecho, el comandante al cargo se dirigió a Alejandro Molina, presidente del club y que estaba sentado en la otra punta del aeroplano. El comandante le hizo saber, que, si los jugadores no deponían su actitud, no le quedaría otro remedio que aterrizar en el aeropuerto de San Pablo en Sevilla.
Las quejas de los pasajeros continuaron, y ante el relajo y los comportamientos poco cívicos de algunos jugadores, el comandante no tuvo más remedio que desviar su camino y aterrizar en Sevilla donde la Guardia Civil les tomó declaración. Los miembros de la plantilla del Molina que pernoctaron en Sevilla se enfrentan a un proceso complejo y que podría acarrear cuantiosas multas.
