Los barquillos de vela latina se quedaron en tierra por el oleaje

Arrecife

A pesar de la gran expectación que rodeaba la séptima y octava jornada de la Liga Insular de Barquillos de Lanzarote de Vela Latina, que servirían para determinar al ganador del Trofeo Isla de Lanzarote, los regatistas se vieron obligados a quedarse en tierra debido a condiciones climáticas adversas.

Durante mucho tiempo se había advertido al Cabildo de Lanzarote sobre la peligrosidad de lanzar los barcos al agua cuando los vientos soplan desde el sur. Incluso se propuso un proyecto hace años para mitigar esta problemática con la construcción de un contradique, el cual, lamentablemente, nunca se llevó a cabo. La principal preocupación es el riesgo con el que las olas que embisten la rampa de lanzamiento, lo que hace extremadamente arriesgado el descenso de las embarcaciones, con el temor de colisionar contra la rampa o el lateral del muelle.

Aunque había pasado un tiempo desde la última vez que esto ocurrió, esta semana fue la excepción. Los fuertes vientos del sur forzaron a los patrones y sus tripulaciones a experimentar una profunda decepción al verse incapaces de competir en las dos regatas programadas. El descenso de los barquillos se volvió peligroso debido a la fuerza del viento y la ausencia de un winche que facilitara la maniobra.

En consecuencia, el Comité organizador decidió cancelar las dos regatas programadas, que lamentablemente no se realizarán en el futuro debido a la falta de fechas disponibles. Esto no hubiera ocurrido si se hubieran podido bajar los barquillos de forma segura, ya que el viento reinante estaba dentro de los límites para realizar las regatas. Con todo ello, solo quedan dos regatas para determinar quiénes se alzarán en el podio en esta edición de la competición liguera. Además, la incertidumbre rodea a los equipos que actualmente están clasificados para el Campeonato de Canarias, que está programado para el segundo fin de semana de noviembre en La Graciosa.