"Quiero arroparles con mi música": Valeria Castro se emociona recordando a las víctimas del volcán en su gira por Canarias

Gran Canaria

Valeria Castro llega a Canarias tras su primera gira internacional y lo hace con un disco atravesado por los sentimientos más auténticos que hay en su interior. Su voz de arena volcánica, que enamora a todos los palmeros, ha sido capaz de capturar también a públicos de distintos países. Y no es para menos. La voz de Valeria Castro es la voz de alma de la Isla Bonita pero también alcanza rincones donde hay oscuridad. Dirige su mirada a esos rincones construyendo mensajes con enorme calidez y talento. En esta ocasión, Valeria Castro transita por la experiencia traumática de la erupción del volcán de La Palma, pero también atraviesa otros espacios en los que habla de amor, de rabia o de pasión. "Me siento profeta en mi tierra y soy consciente de que eso es muy difícil, estoy muy orgullosa de ello", explica Valeria.

Valeria no levanta la bandera de las víctimas, sino que las acompaña con amor

"Este trabajo está hecho con toda la ternura y el cariño posible. Es muy bonito ver cómo la gente dedica su tiempo a escuchar lo que para mí es mi pasión", explica Valeria Castro. "Soy muy sentimental y visceral a la hora de componer", añade. "Este disco habla mucho de mi tierra, de mi raíz. Los palmeros hemos tenido que asumir que hay cosas sobre las que no tenemos ningún control. Un volcán, por ejemplo, no está en nuestra mano", afirma. Sin embargo, Valeria Castro no levanta la bandera de las víctimas, únicamente las acompaña en su dolor. "Llevar una bandera para mí era coger un protagonismo, yo solo quería poner el alma, lo que yo sentía y lo que sentía la gente que conozco e intentar reflejarlo. Hacer mi trabajo que es hacer música y canciones que arropen a la gente", explica la que probablemente sea la artista emergente más importante de España.

Valeria Castro nació en La Palma a las puertas del nuevo milenio y creció en Los Llanos de Aridane, uno de los municipios palmeros más afectados por el volcán de Cumbre Vieja. Estudió en la escuela insular de música de La Palma, donde desarrolló su pasión. Sus padres le regalaron un teclado sin patas por lo que Valeria tenia que tocarlo en el suelo. Se dio a conocer a través de las redes sociales, versionando canciones de otros artistas, pero pronto se descubrió su talento por la personalidad que imprimía a cada estrofa. Con tan solo dieciocho años, Valeria Castro fichó por la discográfica multinacional 'Warner Music' con la que firmó un proyecto de homenaje a canciones de las décadas de 1990 y 2000, de la mano de su guitarrista y violinista, Alberto Torres.

La artista cierra en Canarias una gira con tremendo éxito y todavía quedan fechas

En el disco está el volcán, pero no solo el volcán. "No quería ser muy sensacionalista ni poner explícitas las cosas", explica Valeria, por eso le canta al silencio atronador que siguió a la erupción de La Palma en el Valle de Aridane. Un silencio con el que los palmeros tuvieron que aprender a convivir tras el ruido incesante de la erupción. "Hemos tenido que aprender a cuidar lo que podemos cuidar, lo que no está en nuestra mano no lo está", explica Valeria, dando un ejemplo de resiliencia palmera. En el disco también sale la voz de su abuela Micaela Fernández, que vivió en sus propias carnes el volcán en el barrio de Las Manchas. "Siento mucho respeto por las historias que afectan a otras personas", añade.

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