La empresa Leche Sandra pide respeto a su presunción de inocencia por el caso de corrupción que se extiende en Canarias
Los dueños de la empresa Leche Sandra fueron detenidos en Gran Canaria por su presunta implicación en el caso Mediador y posteriormente puestos en libertad, sin medidas cautelares. En un comunicado piden respeto a su presunción de inocencia.
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El parador de las vacas, Leche Sandra / Cadena SER
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Canarias
El matrimonio catalán propietario de la empresa conocida como Leche Sandra, Esteban Banús e Inmaculada Roca, piden en un comunicado respeto a su presunción de inocencia. Ambos fueron detenidos en Gran Canaria por su presunta implicación en el caso Mediador y posteriormente puestos en libertad, sin medidas cautelares, y piden en este comunicado no hacer juicios paralelos expresando su máximo respeto por la investigación que lleva a cabo el Juzgado de Santa Cruz de Tenerife. Este juzgado investiga al matrimonio y a otros diez detenidos por posibles delitos de blanqueo de capitales, cohecho, pertenencia a organización criminal, falsificación y tráfico de influencias. Entre ellos se encuentra el general retirado Francisco Espinosa Navas, -al que llamaban Papá-, que llegó a guardar 70.000 euros en su casa escondidos en cajas de zapatos y fue el destinatario de numerosas mordidas a empresarios a los que garantizaba gracias a su influencia exenciones fiscales de la Zona Especial Canaria.
Otro de los investigados que formaban parte y presuntamente colaboraban activamente en la trama es el empresario de la construcción Miguel Ángel Robayna y los investigadores lo sitúan como testaferro. El papel que jugaba este empresario era el de dar apariencia legal a las facturas con las comisiones y mordidas que se entregaban al exdiputado socialista Jesús Bernardo Fuentes como administrador de la empresa. La policía judicial y la jueza que instruye el caso considera al ex diputado socialista, Juan Bernardo Fuentes, -conocido como el Tito Berni-, como el cerebro y líder del entramado criminal por el que extorsionaban a empresarios ganaderos a cambio de mordidas.
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Fuentes diseñó un entramado en colaboración con su sobrino, el ex director general de Ganaderia, Taishet Fuentes y del general de la Guardia Civil al que nos acabamos de referir, Francisco Espinosa. Este general ya fue investigado en el Caso Unión por un chivatazo al gerente de Urbaser antes de ser detenido en la operación que implicaba a la exalcaldesa de Arrecife, Isabel Déniz. La Fiscalía pidió el inicio de una pieza separada, que se acabó archivando. El 'modus operandi' del Caso Mediadior giraba alrededor de una persona: el mediador de la trama, Marco Antonio Navarro Tacoronte, que supuestamente se encargaba de recoger los sobornos de los empresarios para hacerlos llegar al general y a los políticos.
El caso Mediador ya se ha cobrado la dimisión de un diputado en el Congreso
Dos grupos de empresarios: los primeros a los que se les pedía dinero para evitar una multa o archivar un expediente sancionador. Ahí entraba Taishet Fuentes como principal instigador y de hecho, ha trascendido que uno de los primeros empresarios en pagar una mordida fue la quesería Mostesdeoca, en Adeje, cuyo propietario abonó 26.800 euros para evitar una sanción. El segundo grupo de empresarios eran todos de la península y vinculados a la industria de las energías renovables o a la detección de drones, que recurrían a Bernado Fuentes, previo pago, para que utilizara su influencia y así beneficiarse de las condiciones de la Zona Especial Canaria (ZEC). El precio a abonar al ex diputado socialista era de 3.500 euros e incluía un paseo por el Congreso de los Diputados, mariscadas, estancias en hoteles de lujo y clubes de alterne.