Iván Murray: “Hay extravagancias que no son posibles cuando hablamos del consumo de agua”

Palma

Baleares encara este Día Mundial del Agua que este sábado se celebra con dos grandes retos, según los expertos. En primer lugar, una preparación para reducir el impacto de fenómenos meteorológicos adversos, que cada vez son más frecuentes y que ya hemos visto en otras ocasiones en áreas mediterráneas.

El segundo reto está en el consumo de agua en las Islas, "disparado en los últimos años y para el que no se ha puesto coto", más allá de restricciones de uso a los vecinos que ya han tenido lugar en algunos municipios, como fue el caso de este pasado verano en Estellencs, Banyalbufar o Esporles.

Iván Murray, doctor en geografía por la UIB, ha explicado que las exigencias de consumo de recursos hídricos "no paran de expandirse" y que "hay que establecer unas cuotas mínimas de acceso al agua a según qué extravagancias que no son posibles, y menos en estas fechas".

La falta de precipitaciones es un claro indicativo de situaciones como estas; sin embargo, Murray ha apuntado a qué tipo de consumo se hace, en consonancia con esas continuas y crecientes necesidades en Baleares.

En este sentido, considera que "no todo vale" con la tecnología como salvación. Por ejemplo, la construcción de nuevas desaladoras en Mallorca, Menorca e Ibiza, tal y como ha anunciado la Conselleria de la Mar. "Una decisión correcta, pero no será suficiente si no se imponen restricciones por otro lado". Y no precisamente al consumo de agua habitual y de primera necesidad, sino al ocio.

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"Es como recetar una talla más de pantalones a un enfermo de obesidad. Las soluciones tecnológicas de este tipo, falsas soluciones, trasladan al futuro estos problemas", ha explicado, agregando que "la proliferación de piscinas privadas son un lujo en nuestras Islas, o los servicios tipo spa en establecimientos turísticos, que dicen que son más eficientes pero tienen unos consumos elevadísimos".