Investigadoras señalan que el problema balear de la vivienda impide recuperarse a víctimas de violencia machista
La investigación trata de interrelacionar la violencia machista y la exclusión residencial en Baleares
Palma
Investigadoras de la Fundació IRES y el Observatorio Social de Baleares (OSIB) han constatado que el problema de la vivienda en el archipiélago es "tan contundente" que impide la recuperación "total y efectiva" de las mujeres víctimas de la violencia machista.
Esta es una de las conclusiones a las que han llegado las autoras del estudio 'Dones sense casa, carrers sense sortida. L'Exclusió residencial femenina i la violència masclista a les Balears', presentado este miércoles en la Universitat de les Illes Balears (UIB).
La coautora del estudio Isabel Nadal ha defendido que si el acceso a la vivienda estuviese garantizado en Baleares "muchas de estas mujeres acabarían con su proceso de recuperación" pero lo que pasa es que "no encuentran una alternativa normalizada en el mercado ordinario de vivienda".
La investigación elaborada por la propia Nadal, Clara Ferragut, Paloma Martín y Sara Bouza, trata de interrelacionar la violencia machista y la exclusión residencial en Baleares. Para ello se ha contado con voces de profesionales y de mujeres afectadas por estas problemáticas.
Ferragut ha indicado que, desde hace años, la exclusión residencial y la violencia machista están "a la orden del día" en Baleares y es una de las comunidades "más afectadas" por esta situación.
De este modo, ha apuntado que la investigación surge de que en la Fundació IRES se detectara que había un perfil de mujeres que "no entraban en los circuitos" o no se "adherían con garantías", por lo que se pretendía averiguar las barreras que había en la intervención social y ver cómo se podía mejorar.
Marín ha resaltado que el estudio constata que el acceso a la vivienda es "muy complicado" y más cuando se habla a personas afectadas por "distintas opresiones", como pueden ser el género, el origen, el consumo de sustancias o la salud mental.
"En el estudio se ha detectado una falta de servicios especializados para atender a mujeres con en exclusión residencial o víctimas de violencia, unas realidades que además se interseccionan porque es muy probable que una mujer en exclusión residencial padezca violencia machista a lo largo de su vida y viceversa", ha alegado.
Por otro lado, ha señalado que también existe una "violencia institucional" provocada "muchas veces" por las propias condiciones que solicitan los centros para mujeres con procesos de violencia y hay una "ausencia" de servicios especializados.
Ferragut ha advertido que a medida que aumentan las vulnerabilidades de estas mujeres, "los servicios disponibles disminuyen". Es decir, los servicios actuales pueden atender a mujeres con un perfil individualizado pero no a las que tienen "múltiples vulnerabilidades" por "cómo está construido el servicio" pero también por una "sobrecarga" de los mismos.
En ese sentido, ha advertido que el perfil de mujer en exclusión residencial en Baleares ha cambiado con el paso del tiempo porque "cada vez hay más personas, más mujeres y más familias que están en esta situación y acuden a los servicios, por lo que se saturan".
Marín ha destacado que a raíz de la investigación se ha articulado una red de profesionales de los servicios sociales que trabajan con perspectiva de género, que han elaborado un manifiesto de necesidades que se leerá el 26 de marzo.
Preguntado por los datos en los que se han basado las investigadoras, Nadal ha resaltado que los datos son "limitados" y ha afirmado que la exclusión residencial de las mujeres está "muy invisibilizada".
Así, ha argumentado que es "muy difícil" disponer de datos cuantificables de mujeres que duermen en sofás, burdeles, trabajan como internas en alguna casa o hay madres monomarentales en habitaciones sin contrato.
Nadal ha incidido en que las personas que el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales y el INE calculan que duermen en la calle es solo "la punta del iceberg", puesto que hay "toda una realidad invisibilizada".
En cuanto a soluciones a la problemática, Ferragut ha reivindicado que, al existir una relación "bidireccional" entre violencia de género y exclusión residencial, hace falta una "coordinación interdepartamental".
Uno de los datos a los que ha hecho referencia es que el INE calculaba que el porcentaje de mujeres sin hogar en el Estado español era del 23 por ciento, mientras que en Baleares ascendía hasta el 40 por ciento.
Por este motivo, ha recalcado la necesidad de crear recursos especializados de exclusión residencial para mujeres y que se introduzca la perspectiva de género en los servicios residenciales para "garantizar los avances de las leyes existentes" y que "cualquier mujer pueda tener una vida libre de violencias".
