Palma refuerza la limpieza de graffitis en edificios históricos del casco antiguo
El Ayuntamiento trabaja para eliminar hasta 1.000 pintadas en 330 inmuebles, comenzando por las fachadas catalogadas de Sant Jaume
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Palma
El sonido del laborioso trabajo para eliminar un graffiti sobre piedra resuena en las calles de Palma. Primero, se aplica un decapante y, después, agua a presión a casi 100 grados de temperatura. Un proceso que los técnicos deben repetir varias veces para eliminar por completo la pintura incrustada.
Esta mañana, los trabajos se han centrado en las calles que rodean la parroquia de Sant Jaume, donde muchos edificios están catalogados como Bien de Interés Cultural. El Ayuntamiento de Palma solicitó previamente el visto bueno de los propietarios y ninguno se opuso a la intervención, que además no supone ningún coste para ellos.
Roberto Polo es uno de los profesionales de la empresa externa contratada por el consistorio para llevar a cabo la limpieza. Explica que, además del decapante y el agua a presión, en algunos casos es necesario aplicar hasta tres capas de pintura para recuperar el color original de la fachada. El rojo es el tono más difícil de eliminar sobre la piedra y factores como la temperatura ambiente influyen en el proceso. Además, las pegatinas adheridas a las paredes ralentizan aún más el trabajo.
Desde las siete de la mañana y hasta la puesta de sol, los operarios trabajan en la limpieza de 1.400 metros cuadrados de fachadas en el casco antiguo. Esta intervención forma parte del plan del Ayuntamiento de Palma, cuyo objetivo es eliminar hasta 1.000 graffitis en más de 330 edificios.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, mantiene una política de "tolerancia cero" con las pintadas y busca erradicarlas en un plazo razonable.