3-0. Un Ibiza de la nada al todo
Los de Jémez completan su mejor encuentro de la temporada, venciendo y convenciendo ante un Mérida inoperante.
Ibiza
“No somos absolutamente nada”. Las palabras del míster celeste en Alcoy la semana pasada retumbaron toda la semana en el entorno del Ibiza. Los días se sucedieron convulsos en la oficinas de Can Misses y se consumaron con el cambio en la dirección deportiva, con la destitución de Juan Giménez y la llegada de Javi Lara.
Jémez había insinuado en la previa una revolución en el once y así fue. Nombres que en teoria debían ser titulares indiscutibles como Eugeni, Domènech y Quique González fueron suplentes, ocupando su lugar Olabe, Unai y Mo Dauda. Llamó la atención la posición de éste último, de ariete, en la posición menos productiva este año en el Ibiza y en la cual rindió a un gran nivel. Algo que también deja claro que Jémez busca otro nueve y por eso llegarán caras nuevas en el mercado invernal y con la vitola de goleadores en esta categoría aunque en otro grupo. Ramón también recuperó la titularidad tras varios partidos con Belman como arquero. En definitiva: Un conjunto con menos violines pero con más percusión.
Los primero minutos discurrían con poco fútbol. Buena presión alta de ambos equipos que obligaban a jugar en largo buscando segundas jugadas. Precisamente un cambio de orientación de Gallar, mas centrado en el terreno de juego en el día de hoy, fue recogido por Astals, que controló sobre el córner y que retrasó para López-Pinto. El extremo, que se encaró en la frontal para su pierna izquierda, disparó de forma contundente a la escuadra derecha del guardameta romano. Corría el minuto 10 y lo que más le cuesta al Ibiza durante toda la temporada se conseguía.
El Mérida, timorato e inoperante durante todo el encuentro como reconoció su propio entrenador, tuvo su único acercamiento en todo el encuentro en el minuto 14, cuando Liberto cruzó en demasía, encontrándose en una posición inmejorable ante Ramón.
La primera parte fue trabada, disputada, con poco fútbol y muchas interrupciones, que imposibilitaban jugadas de peligro. Destacó en esta faceta especialmente Roberto Olabe, quién cuajó una gran actuación en ese trabajo granítico que es poco visible pero de gran importancia para un equipo.
No sería hasta el minuto 36 cuando se asistió a la siguiente gran ocasión del Ibiza. Unai Medina, hoy uno de los mejores de los locales, encaró la portería rival tras un gran pase de Gallar, en un mano a mano que cruzó en exceso en la definición. Pero sólo un minuto después, Gallar, de nuevo muy activo, robó en línea de tres cuartos y habilitó a Astals, que con con la izquierda, con calma y serenidad, resolvió con un disparo ajustado al palo. Se frotaban los ojos los aficionados que cubrían las gradas menos pobladas de Can Misses : No había conseguido el Ibiza anotar dos goles en la primera mitad de un encuentro en esta campaña.
El descanso llegó con una sensación de tranquilidad en la afición y en el palco local, y la segunda mitad comenzaba de nuevo con dominio celeste. Medina disparo fuera en el 47 con la izquierda en una nueva llegada del hoy capitán celeste. Muy pronto, los de Jémez pudieron aumentar la renta, tras un claro agarrón a Medina en el área, pero Gallar erró su primer penalti desde que es jugador celeste. El guardameta visitante despejó con la pierna el centrado disparo del 10.
El Mérida intentaba contrarrestar el dominio local moviendo el banquillo, con un triple cambio que no inquietó a la UD. El técnico cordobés también quiso dar refresco a sus hombres, dando entrada a Zarzana y Domènech a la hora de juego. Una enfermería más vacía, con un abanico más amplío de posibilidades desde el banco, debe ser también clave en las aspiraciones del Ibiza esta segunda vuelta.
La sentencia del encuentro llegaría en el minuto 70. Mo Dauda, que cuajó su mejor actuación desde su llegada, recibió un buen pase al espacio de López-Pinto. El ghanés, tras un gran recorte, definió como un killer con un disparo raso y colocado al palo corto. Visiblemente emocionado, celebró el tanto con el cuerpo de fisioterapeutas y recuperados en el banquillo. Si el físico y la mente se encuentra en sinergia, Dauda debe ser determinante en esta categoría.
Lejos de languidecer, el Ibiza pudo aumentar la renta, principalmente tras la entrada de Jose Albert, al que Jémez intenta dar confianza, Gori y Zarzana en el último cuarto de hora. El primero, señalado tras su cambio en la primera mitad en Alcoy, pudo marcar en el minuto 77, pero su cabezazo salió desviado. Por su parte, Zarzana, tras una gran asistencia de Gallar, llegó muy forzado y su disparo lo repelió Juanpa tras una buena salida en el minuto 82. Y finalmente, el debutante Gori pudo poner el delirio en las gradas tras un gran control en el punto de penalti, pero su disparo se fue ligeramente desviado en el minuto 84.
No hubo tiempo para más y, por fin, tras muchos meses de decepciones y disconformidades como local, el aficionado celeste se va a casa con la ilusión de poder asistir a un punto de inflexión en la temporada. Sin embargo, como indica Jémez, el equipo debe dar continuidad a esta imagen en los siguientes partidos, evitando imágenes como la de Alcoy hace una semana y que tiren por tierra el trabajo realizado hasta ahora. Queda mucha Liga y los objetivos siguen intactos.
El tiempo, ese juez implacable que da y quita razones, dictará sentencia.
Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...