La emergencia habitacional en Mallorca: supervivencia diaria entre alquileres desorbitados y asentamientos improvisados
Claudia y Juan, recién llegados de Colombia, y Alba, una joven residente, comparten sus vivencias en Nou Llevant, donde familias hacinadas y trabajadores sin hogar son reflejo de una crisis de vivienda que afecta a todos por igual
Reportaje vivienda Nou Llevant
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Palma
Nos hemos ido al barrio palmesano de Nou Llevant para hacer una radiografía de la emergencia habitacional. Claudia, es un nombre ficticio, vino hace tres años de Colombia a Mallorca. Trabaja junto a su nuera en una empresa de limpieza. Ambas se encargan de los pisos de la calle Puerto Rico. Inmuebles de nueva construcción de casi 200 metros cuadrados con un valor catastral de más de medio millón de euros. Mientras, ellas residen en un piso de cuatro habitaciones donde conviven tres familias, un total de 11 personas y con un solo baño.
Claudia y su nuera descansan sentadas, mientras se toman un refresco en un banco tras haber acabado su jornada laboral. Esperan el autobús para regresar a su hogar, en pleno centro de Palma, en la calle Ramón y Cajal. Viven cinco personas de su misma familia, entre ellas un niño de 8 años, todos en una sola habitación. Tres en una cama y dos en otra.
Admite que es complicada la convivencia: los turnos para ir al baño, cocinar, o poner la lavadora.
Ella es optimista y espera que la situación mejore en los próximos años. Toda su familia trabaja, pero lamenta los abusos con los altos precios de la vivienda en Mallorca.
Juan, también es un nombre ficticio, lleva un año en Mallorca y vino desde Colombia. Es oficial de primera en el sector de la construcción, ha estado este verano trabajando en hoteles y enlaza un empleo con otro. Esta semana todavía no está ocupado, pero tiene un gran interés en trabajar.
Vive en una tienda de campaña bajo los árboles de uno de los parques de Nou Llevant, en Son Pedrals, al lado del torrente de na Bàrbara. Junto a él se ha llegado a instalar hasta una quincena de asentamientos. Esta semana se les ha acabado el plazo de una orden de ejecución. El motivo: están cerca del torrente al tratarse de una zona inundable.
Reconoce que no se irá muy lejos de la zona. Lamenta que no puede pagar por adelantado los dos o tres meses que piden de fianza de una habitación o de un piso.
La crisis habitacional no solo afecta a las personas recién llegadas a Baleares. Jóvenes residentes que buscan independizarse tienen serias dificultades para encontrar un piso. Alba y su pareja tienen ambos un empleo estable y al mismo tiempo ella estudia en la universidad. Viven con sus padres en Nou Llevant y recuerda que ellos sí tuvieron la suerte de comprar un piso. Entre los dos ingresan cerca de dos mil euros al mes.
Cree que debería de haber un tope máximo en el precio de los alquileres.