Vuelta al aparcamiento de Son Hugo un año después: "Si vivimos en una caravana es porque no tenemos opción de vivir en otra parte"

Palma

Las caravanas se han duplicado en el aparcamiento de Son Hugo un año y medio después de que se destapara la realidad de quienes no pueden acceder a una vivienda o una habitación de alquiler en Palma. Es la única salida, la única opción que permite tener un techo a personas trabajadoras o jubilados con pensiones mínimas. Hace año y medio conocimos la historia de Enrique, un electricista uruguayo que fue uno de las cuatro primeras personas en instalarse con su caravana en Son Hugo. Hoy son más de 60 las caravanas estacionadas, en las que viven desde personas mayores a familias con niños menores de edad.

Enrique lleva casi 17 años en Mallorca, pero ahora ha decidido marcharse. Jubilado desde el viernes, mañana emprende el viaje de regreso a Uruguay donde le será más fácil vivir con su pensión y son su caravana, que hace seis meses dejó allí. En los últimos tiempos ha estado viviendo en una furgoneta. Después de estos meses, tiene claro que nadie de los que actualmente está durmiendo en ese aparcamiento lo hace por gusto. "Realmente, ninguna de las personas que vive aquí, ninguna, quisiera seguir un día más aquí, porque esto no es una forma de vida. Tampoco es una forma de vida a futuro vivir en un salón o en un dormitorio o en algo que le pertenece a otra persona, sino que se trata de vivir en lo que es de uno o de lo que uno se puede pagar" señala.

Insiste en que el de la vivienda es un problema real. Cree que la situación está robando tiempo vital a quienes están condenados a vivir en el aparcamiento. Considera imposible que los residentes puedan salir de alli tal y como están las condiciones sociales actuales. "Con la forma de vida que hay actualmente es casi imposible que una persona salga de este agujero con los precios que hay. Yo, personalmente, decidí venirme a la autocaravana para no ser parte de la usura, porque a esto no se le puede llamar de otra forma que la usura de intentar sacar partido a una situación".

Como Enrique, son más los que residen en el aparcamiento. Ana María y Begoña se han hecho amigas en el aparcamiento. Ana María tiene fibromialgia y estuvo compartiendo habitación hasta hace un año y tres meses, cuando llegó a Son Hugo. "Compartí habitación, pero siempre había el problema del horario para ir al baño, nadie puede venir a verte. Yo tengo fibromialgia y mi compañera de habitación me vio mal y me dijo que me tenía que ir de su casa porque la enfermedad le afectaba a ella. Me echó, me dio 15 días y corriendo me tuve que buscar algo y como el alquiler es imposible, porque yo ya pagaba 400 euros, pues acabé aquí" señala.

Begoña estuvo viviendo en su coche después de perder su casa. Ahora vive en la caravana con su hijo de 22 años. "Tuve que estar durante 6 meses viviendo en mi coche. Aparqué aquí y empecé a conocerlos a ellos. Después logré alquilar la caravana, porque la familia que vivía la dejó, y conseguí venirme aquí y a mi dijo le dije que viniera" subraya. Ella es controladora de la ORA en Andratx y su hijo también trabaja a jornada completa. Sin embargo, sus contratos como fijos discontinuos les dificultan el acceso a una vivienda.

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Pilar tiene 45 años y lleva más de seis viviendo en la caravana. Su pareja murió hace un año y estos últimos meses han sido duros para ella en el aparcamiento. "Vamos sobreviviendo, cobro una paga no contributiva. Si en un futuro cambian las cosas, perfecto, ojalá pueda trabajar" señala. En el principal portal inmobiliario on line hay publicadas este martes 865 viviendas de alquiler en Palma. Tan solo 19 de ellas, un 2% del total, se ofertan por menos de mil euros al mes.

Miguel es pensionista. Su única solución tras perder su vivienda fue comprar la caravana. "Me quitaron la casa y tenía un negocio, lo traspasé y me compré la caravana. Ahora vivo de mi pensión, no gano más de 700 euros y una habitación ya cuesta casi 400 euros" afirma, mientras reivindica que quienes viven en las caravanas no son "indignos". "Si vivimos en una caravana es porque no tenemos la opción de vivir en otra parte" señala.