La accesibilidad para personas con movilidad reducida es un desafío sin resolver en las playas de Baleares
Las sillas anfibias están inutilizadas porque ya no sirven
Palma
La accesibilidad para las personas con movilidad reducida continúa siendo un desafío sin resolver en nuestras islas. La presienta de la Asociación Provincial de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados (APAYM), Fabiana Moro ha hablado en Hoy por Hoy Baleares sobre cómo la falta de servicios accesibles afecta diariamente a quienes dependen de ellos. Ha destacado que el principal problema se encuentra en las playas.
En las playas de Baleares, aunque hay pasarelas de madera que facilitan el acceso al agua, desde ASPAYM denuncian que las personas en sillas de ruedas necesitan más apoyo para entrar al mar. Por ejemplo, las sillas anfibias son esenciales, pero se deterioran con el uso y la exposición al agua salada, lo que hace que no funcionen tan bien como al principio. La presidenta ha explicado que "hay muchas playas que todavía tienen estas sillas pero muchas de ellas están en mal estado y no sirven".
Además, la situación ha llegado a tal punto que las personas con movilidad reducida no saben con certeza qué playas disponen de estos dispositivos, lo que hace que ir a la playa sea aún más complicado. Moro destaca que, en su experiencia, las playas de Alcudia son las mejores en este aspecto porque cuentan con una grúa especial para personas con movilidad muy reducida. Sin embargo, lamenta que este servicio esté limitado al horario de los socorristas, quienes son los únicos que cuentan con la formación necesaria para manejar estos equipos. Dice que "muchas veces el servicio termina a las 6 de la tarde" que es cuando a ella le gusta ir a la playa "porque ya no hace tanto calor y hay menos gente" pero no puede ir porque "ya no se podría meter al agua".
Más allá de las playas, los problemas de accesibilidad también se encuentran en los mismos pueblos. Incide en la problemática con los pasos de cebra, y los rebajes. Explica que alguna vez se ha encontrado en la situación de bajar un paso de cebra y que luego en el de enfrente haya un escalón, por lo que "ya no puede subir", entonces, o se queda ahí "en mitad de la carretera", pide ayuda o va por el borde de la carretera a encontrar un rebaje de un vado o de cualquier otra cosa.
Fabiana Moro nos ha recordado que la prevención y la responsabilidad son clave para evitar tragedias y que cada vez menos personas se tengan que ver afectadas por problemas de movilidad.