Suciedad, incivismo y ruido, protagonistas un año más de las quejas de los vecinos de Playa de Palma

Palma

A las nueve de la mañana estamos frente a uno de los bares con mayor clientela alemana de toda la Playa de Palma. Pese a las horas, los zumos de naranja, las tostadas o los cafés son desayunos que prácticamente no se sirven. Aquí las mesas están llenas de jarras de cervezas. Las latas de cerveza, vasos de tubo y todo tipo de suciedad que hacía tan solo unas horas llenaba las calles, ahora se van retirando poco a poco gracias a los servicios de limpieza.

Fernando es trabajador de EMAYA. Su jornada comienza a la seis de la mañana. "Es mucha gente joven que sale de discotecas, de 'pubs', bastantes situaciones de gente en estado de embriaguez", comenta Fernando, que además aseguraba que, en ocasiones, cuando estaban recogiendo y barriendo basura, hay turistas que les tiran las latas de cerveza que se estaban bebiendo.

Las borracheras son muy comunes y todo tipo de escenas relacionadas con el alcohol son muy típicas en esta zona y estas fechas. "Cuando hay clientes así no les servimos", explica Bryan, un camarero de un restaurante de Playa de Palma, sobre aquellos turistas ebrios que intentan sentarse en la terraza del restaurante donde trabaja.

A estas quejas se suma Buba, vecino del Arenal y trabajador también de la zona, que agradece el trabajo de los trabajadores de EMAYA. "Por las mañanas te encuentras gente que lleva toda la noche bebiendo".

Si nos alejamos un poco de la zona de bares, y nos acercamos más a la orilla, la imagen es un poco más diferente. A las diez de la mañana por aquí ya llega gente que con sus sombrillas, toallas y bañadores dispuestos a ir a la playa. La escena es mucho más tranquila que por las noches. Ahora la playa la empiezan a llenar las familias. Es el caso de Adriano, de Alemania, que ha aterrizado esta mañana junto a sus hijas. El buen tiempo es el principal motivo que les ha hecho escoger Mallorca. "Hay zonas en las que sí se acumula mucha gente, pero son lugares muy puntuales", asegura Adriano.

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En la zona nos encontramos con diferentes opiniones del turismo que llega. "Este verano no está siendo tan fuerte como el año pasado", afirma Angie, restauradora del lugar. Carlos Reyes, por su parte, considera que el nivel de turistas es similar, pero destaca la mala calidad de los viajeros que llegan. "Gastan poco en comida, gastan más en fiesta".

Paseando por la zona nos encontramos con algunos de esos turistas de los que Carlos se quejaba. "Estar borracho todo el tiempo", asevera un turista alemán que aterrizó hace poco con sus amigos.

La suciedad, el incivismo y el ruido no son las únicas quejas que se recogen por Playa de Palma. Maite y Álvaro, de Navarra, veranean cada año en Mallorca. Esta vez se han encontrado con la sorpresa de que las hamacas ocupan mucha más extensión en las playas que en años anteriores.